23.12.2020 Views

La bruja negra

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Me sonrojo al oír eso recordando la fiesta de mi tía. Cómo me besó. Parece que

haga mucho tiempo, pero solo han pasado unos cuantos días.

Poco antes de que todo mi mundo se viniera abajo.

—¿Cuántos años tienes, Lukas? —le pregunto.

—Veinte.

—Me parece que tú también has estado posponiendo lo del compromiso —

señalo.

Se le endurece el rostro. Es evidente que no está acostumbrado a que le pidan

explicaciones.

¿Por qué le afecta tanto? ¿Por qué no está ya comprometido?

—¿Quién te atacó? —pregunta ignorando por completo mi último comentario.

—Una chica celta llamada Iris, y una chica urisca llamada Bleddyn que da mucho

miedo.

Le explico todo lo que pasó en la cocina.

—Eso es fácil de solucionar —contesta haciendo un gesto despreocupado con la

mano—. ¿Qué más?

Me quedo sin palabras ante su indiferencia, me asombra la seguridad que tiene en

que esta situación tan desastrosa se puede arreglar.

—También me han atacado dos ícaras —prosigo—. Ariel Haven y Wynter

Eirllyn. Mis nuevas compañeras de piso.

Lukas alza una ceja.

—¿Te han alojado con dos ícaras? ¿Después de lo que pasó en Valgard?

Asiento con tristeza.

—No dejarán que me mude hasta que esté comprometida.

Suelta una pequeña carcajada, como si le divirtiera y le impresionara la tenacidad

de mi tía.

—Tu tía tiene muchas ganas de que te comprometas conmigo, ¿no?

—Eso parece.

—¿Te das cuenta de que todos estos problemas desaparecerían si fuéramos ahora

mismo al despacho de Maga Abernathy y accediéramos a comprometernos? No

tendrías que trabajar para pagar tus estudios. Y podrías elegir el alojamiento que

quisieras.

La generosidad de su oferta me coge completamente desprevenida y me da

mucho que pensar. Este chico ha llegado hasta los veinte sin estar comprometido y,

sin embargo, está dispuesto a dejarlo todo para hacerlo conmigo. Me siento tan

halagada que apenas me lo puedo creer.

Pero sigue siendo demasiado rápido.

—No puedo —digo negando con la cabeza—. Créeme, es tentador, pero no

puedo.

Me mira y suspira.

Página 153

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!