23.12.2020 Views

La bruja negra

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—¿Por qué debería molestarme? —me pregunta con la boca llena de carne. Se lo

traga todo de golpe—. Son tan insignificantes como esa Maga tan absurda, Fallon

Bane.

—Te estaban aullando.

Diana se encoge de hombros y pone los ojos en blanco.

—No pueden evitarlo —contesta con arrogancia—. A todos les encantaría poder

aparearse conmigo. No es sorprendente en absoluto. —Endereza la espalda y se echa

la melena dorada hacia atrás—. Mírame. Soy magnífica. Todos los hombres me

desean.

Coge otro trozo de carne y lo muerde con sus largos dientes blancos mientras

Aislinn y yo la miramos asombradas.

—Aunque, evidentemente, a mí ellos no me interesan nada —continua con altivez

—. Son débiles y patéticos. La verdad es que no entiendo que podáis tolerar a esa

clase de hombres. Como ese Randall con el que te vas a comprometer. —Señala a

Aislinn con un hueso—. Jarod dice que es un idiota que no te merece.

Aislinn palidece y se queda de piedra mirándola.

Diana sigue masticando sin darse cuenta de nada; sus dientes hacen un ruido

antinatural. Se le iluminan los ojos de pronto.

—¡Deberías hacerte lupina, Aislinn! Así podrías aparearte con uno de los

nuestros. Son absolutamente superiores. Fuertes y viriles. Los hombres lupinos son

unos amantes excepcionales, seguro que la experiencia no tiene nada que ver con

esos gardnerianos insensibles. No me sorprende que tengan que esconderse para estar

con distintas mujeres. Sus mujeres deben de negarse a aparearse con ellos, y la

verdad es que es completamente comprensible. —Diana se ríe para sí y después me

señala a mí con el hueso—. Tú también, Elloren. Deberías ser una de las nuestras.

Casi me atraganto con la comida. Tomo un sorbo de agua con los ojos llorosos

mientras miro a Diana con incredulidad.

Me vuelvo hacia Aislinn. Sigue conmocionada por la increíble falta de tacto de

Diana.

—Diana, no vas a ganar mucha popularidad si sigues hablando así —me aventuro

a sugerirle con la voz ronca por haberme atragantado. Tomo otro sorbo de agua.

—¿A qué te refieres? —me pregunta masticando ruidosamente.

—Estás insultando a los hombres gardnerianos. Yo tengo dos hermanos, ¿sabes?

Y resulta que son gardnerianos.

Diana mueve el hueso en el aire como si meditara la idea.

—Rafe es distinto. Él debería hacerse lupino cuanto antes. Aquí está

completamente fuera de lugar.

Es exasperante. Sin duda, la persona más arrogante que he conocido en mi vida.

—Ya me he dado cuenta de que últimamente pasas mucho tiempo con mi

hermano —comento erizándome cuando Diana tira de un muslo de pollo y lo separa

de la carcasa con un chasquido.

Página 324

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!