02.04.2013 Views

ESTUDIO INTRODUCTORIO

ESTUDIO INTRODUCTORIO

ESTUDIO INTRODUCTORIO

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>ESTUDIO</strong> <strong>INTRODUCTORIO</strong> / LA DEUDA EXTERNA ECUATORIANA EN EL SIGLO XIX<br />

Y no podía ser de otra manera. Alfaro era un antiguo luchador por la democracia, que<br />

durante tres décadas había combatido al régimen conservador de García Moreno, luego<br />

a la dictadura de Veintimilla y finalmente a los gobiernos de “La Argolla”. Es necesario<br />

recordar que había ejercido la Jefatura Suprema de Manabí y Esmeraldas entre junio<br />

y octubre de 1883, y combatido con sus tropas para el derrocamiento de Veintimilla,<br />

liderando la causa de la regeneración de la república. Y también que había vuelto a<br />

tomar las armas para combatir al sanguinario gobierno oligárquico de Caamaño, que<br />

reprimiera de modo brutal al levantamiento popular de “Los Chapulos” y luego fusilara<br />

a Luis Vargas Torres y otros insurgentes liberales.<br />

Así, pues, era perfectamente explicable que Alfaro utilizara ahora sus armas<br />

intelectuales para combatir al régimen autodenominado “progresista”, en busca de abrir<br />

paso a la tan ansiada reforma liberal. Pero esas armas, según el estricto código de honor<br />

que manejaba Alfaro, no podían ser otras que la verdad y el patriotismo. Por eso, precisaba<br />

en su relación, al referirse a los manejos escandalosos hechos por Caamaño, su hermano<br />

Carlos y su pariente Antonio Flores en los asuntos de canje de tierras por deuda:<br />

“Bien puede ser que personas que no nos conozcan nos califiquen de apasionados o de<br />

exagerados en nuestra relación, porque realmente parece increíble que un Gobierno<br />

descienda a especular de ese modo, comprometiendo hasta la autonomía del país;<br />

pero cuando sepan que la prensa ha revelado documentos intachables que prueban los<br />

manejos punibles de la camarilla conocida ya con el nombre genérico de La Argolla, y<br />

otras negociaciones notoriamente escandalosas, palparán la exactitud y la sencillez de<br />

nuestra narración”. 21<br />

Llegados a este punto, resulta necesaria una explicación sobre el término “La Argolla”,<br />

reiteradamente utilizado por Alfaro en su escrito. Se trata de un americanismo utilizado<br />

para referirse a una camarilla, es decir, a lo que el Diccionario de la Real Academia<br />

Española define como un “conjunto de personas que influyen subrepticiamente en los asuntos<br />

de Estado o en las decisiones de alguna autoridad superior”. Y precisamente con ese sentido<br />

lo empezó a utilizar la opinión pública ecuatoriana para referirse a un grupo grandes<br />

familias propietarias de Quito, Guayaquil y Cuenca que venían monopolizando el poder<br />

político desde 1883: los Flores y González en Quito, los Caamaños, Staggs y Obarrios en<br />

Guayaquil, los Corderos y Vegas en Cuenca, los Valdiviesos en Loja, etc. 22 De paso, ello<br />

21 Eloy Alfaro, “Deuda Gordiana, ed. cit., p. 10.<br />

22 José María Plácido Caamaño y Gómez Cornejo pertenecía a la más rancia oligarquía cacaotera<br />

guayaquileña. Su familia heredó el gigantesco latifundio cacaotero Tenguel, en Balao, Provincia del<br />

Guayas, que tenía en producción alrededor de cuatro millones de árboles de cacao y un millón de<br />

árboles de caucho. Su familia se hallaba emparentada doblemente con el clan quiteño de los Flores<br />

Jijón: una hermana suya estaba casada con el general Reinaldo Flores Jijón, hijo del primer Presidente<br />

del Ecuador y hermano del ex-Presidente Antonio Flores, y otra con el poderoso industrial quiteño<br />

Manuel Jijón Larrea, propietario de la fábrica textil de Chillo-Jijón. Por otra parte, una hermana<br />

y una prima de Caamaño habían sido esposas de Leonardo Stagg, mientras un hermano de éste,<br />

43

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!