13.05.2013 Views

el-capital-ii

el-capital-ii

el-capital-ii

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ien, finalmente, porque <strong>el</strong> mismo proceso de producción imponga ciertas interrupciones<br />

d<strong>el</strong> proceso de trabajo–, los medios de producción no absorben trabajo, en ninguno de estos<br />

casos. Y, no absorbiendo trabajo, no absorben tampoco, como es natural, trabajo sobrante.<br />

No se produce, por tanto, ninguna valorización d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> productivo, mientras éste<br />

permanece en la parte de su tiempo de producción que rebasa <strong>el</strong> tiempo de trabajo, por muy<br />

inseparable que pueda ser de estas pausas <strong>el</strong> proceso de valorización, en su plena<br />

efectividad. Es evidente que cuanto más coincidan <strong>el</strong> tiempo de producción y <strong>el</strong> tiempo de<br />

trabajo, mayores serán la productividad y la valorización de un determinado <strong>capital</strong><br />

productivo dentro de un plazo dado. De aquí la tendencia de la producción <strong>capital</strong>ista a<br />

acortar lo más posible <strong>el</strong> exceso d<strong>el</strong> tiempo de producción sobre <strong>el</strong> tiempo de trabajo. Sin<br />

embargo, aunque <strong>el</strong> tiempo de producción d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> puede diferir de su tiempo de trabajo,<br />

éste se halla siempre contenido en aquél y <strong>el</strong> propio exceso es condición d<strong>el</strong> mismo proceso<br />

de producción. El tiempo de producción es siempre, por tanto, <strong>el</strong> tiempo durante <strong>el</strong> cual <strong>el</strong><br />

<strong>capital</strong> produce valores de uso y se valoriza a sí mismo, funcionando, por consiguiente,<br />

como <strong>capital</strong> productivo, aunque durante una parte de ese tiempo permanezca latente o<br />

produzca sin valorizarse.<br />

Dentro de la esfera de circulación, <strong>el</strong> <strong>capital</strong> reviste las formas de <strong>capital</strong> –mercancías y<br />

<strong>capital</strong>–dinero. Sus dos procesos de circulación consisten en transformarse de la forma<br />

mercancías en la forma dinero y de la forma dinero en la forma mercancías. El hecho de<br />

que la transformación de la mercancía en dinero represente aquí, al mismo tiempo, la<br />

realización de la plusvalía incorporada a la mercancía, y la transformación d<strong>el</strong> dinero en<br />

mercancía suponga, a la par, la transformación o la reversión d<strong>el</strong> valor–<strong>capital</strong> para<br />

recobrar la forma de sus <strong>el</strong>ementos de producción, no altera en lo más mínimo la realidad<br />

de que estos procesos, como procesos circulatorios, son procesos de simples metamorfosis<br />

de mercancías.<br />

El tiempo de circulación y <strong>el</strong> tiempo de producción se excluyen mutuamente. Mientras<br />

circula, <strong>el</strong> <strong>capital</strong> no funciona como <strong>capital</strong> productivo, ni produce, por tanto, mercancías ni<br />

plusvalía. Si examinamos <strong>el</strong> ciclo en su forma más simple en <strong>el</strong> que <strong>el</strong> valor–<strong>capital</strong> en su<br />

conjunto pasa siempre de golpe de una fase a otra, vemos palpablemente cómo <strong>el</strong> proceso<br />

de producción y con él <strong>el</strong> proceso de autovalorización d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> se interrumpe mientras<br />

dura <strong>el</strong> tiempo de circulación y cómo según la duración de éste será más rápida o más lenta<br />

la renovación de aquél. En cambio, cuando las diferentes partes d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> se entrecruzan,<br />

de tal modo que <strong>el</strong> ciclo d<strong>el</strong> valor–<strong>capital</strong> en su conjunto se efectúa sucesivamente a través<br />

d<strong>el</strong> ciclo de sus diferentes partes, es evidente que cuanto más tiempo permanezcan sus<br />

partes alícuotas en la esfera de circulación, menor será la parte d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> que funcione en<br />

la esfera de la producción. Por tanto, la expansión y la contracción d<strong>el</strong> tiempo de<br />

circulación actúan como traba negativa sobre la contracción o la expansión d<strong>el</strong> tiempo de<br />

producción o d<strong>el</strong> plazo durante <strong>el</strong> cual un <strong>capital</strong> de determinada magnitud funciona como<br />

<strong>capital</strong> productivo. Cuanto más ideales sean las metamorfosis circulatorias d<strong>el</strong> <strong>capital</strong>, es<br />

decir, cuanto más se reduzca a 0 o tienda a reducirse a 0 <strong>el</strong> tiempo de circulación, más<br />

funcionará <strong>el</strong> <strong>capital</strong>, mayores serán su productividad y su autovalorización. Si <strong>el</strong><br />

<strong>capital</strong>ista, por ejemplo, trabaja por encargo, cobrando <strong>el</strong> producto en <strong>el</strong> momento de<br />

entregarlo y se le pagó en, sus propios medios de producción, <strong>el</strong> tiempo de circulación se<br />

acercará mucho a 0.<br />

El tiempo de circulación d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> limita, por tanto, en términos generales, su tiempo<br />

de producción y, por consiguiente, su proceso de valorización. Y los limita, concretamente,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!