el-capital-ii
el-capital-ii
el-capital-ii
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
inversión d<strong>el</strong> <strong>capital</strong>. Equivalen a indagar las distintas ramas de producción en que <strong>el</strong><br />
<strong>capital</strong> puede invertirse. El problema, así formulado, va más allá. Entraña <strong>el</strong> problema de<br />
cómo <strong>el</strong> valor, aunque no se invierta como <strong>capital</strong> productivo, puede funcionar como<br />
<strong>capital</strong> para su propietario; por ejemplo, como <strong>capital</strong> productivo de intereses, como <strong>capital</strong><br />
comercial, etc. Nos hallamos, pues, inmensamente lejos d<strong>el</strong> objeto real d<strong>el</strong> análisis, a saber,<br />
d<strong>el</strong> problema de cómo la división d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> productivo en los distintos <strong>el</strong>ementos que lo<br />
forman, prescindiendo de la distinta esfera en que se inviertan, influye en su rotación.<br />
Luego, A. Smith continúa: “El primero consiste en procurarse, manufacturar o<br />
comprar bienes para venderlos con un beneficio.” A. Smith sólo nos dice, aquí, que <strong>el</strong><br />
<strong>capital</strong> puede emplearse en la agricultura, la manufactura y <strong>el</strong> comercio. Se limita a hablar,<br />
pues, de las diversas esferas de inversión d<strong>el</strong> <strong>capital</strong>, incluyendo aqu<strong>el</strong>las en que, como<br />
ocurre en <strong>el</strong> comercio, <strong>el</strong> <strong>capital</strong> no se incorpora directamente al proceso de producción, es<br />
decir, no funciona como <strong>capital</strong> productivo. Con <strong>el</strong>lo, se aparta ya d<strong>el</strong> criterio que servía de<br />
base a los fisiócratas para explicar las diferencias que se dan dentro d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> productivo y<br />
cómo influyen sobre la rotación. Presenta directamente <strong>el</strong> <strong>capital</strong> comercial como ejemplo<br />
para ilustrar un problema en que se trata exclusivamente de explicar las diferencias existentes<br />
en cuanto al <strong>capital</strong> productivo dentro d<strong>el</strong> proceso de producción y de valorización,<br />
diferencias que, a su vez, engendran otras en lo tocante a su rotación y reproducción.<br />
Y continúa: “El <strong>capital</strong> empleado en esta forma no puede rendir beneficio ni ingreso<br />
al que lo emplea, mientras permanezca en su posesión o no cambie de forma”. ¡El <strong>capital</strong><br />
así empleado! Sin embargo, A. Smith nos habla d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> invertido en la agricultura o en<br />
la industria y, más ad<strong>el</strong>ante, nos dice que <strong>el</strong> <strong>capital</strong> invertido de este modo se divide en<br />
<strong>capital</strong> fijo y <strong>capital</strong> circulante. Por tanto, la inversión d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> en esta forma no puede<br />
convertir al <strong>capital</strong> en circulante ni en fijo.<br />
¿O acaso lo que quiere decir es que <strong>el</strong> <strong>capital</strong> invertido para producir mercancías y<br />
venderlas con una ganancia debe, después de convertirse en mercancías, venderse y pasar,<br />
mediante la venta, de manos d<strong>el</strong> vendedor a manos d<strong>el</strong> comprador, en primer lugar, y en<br />
segundo lugar trocar su forma natural de mercancías por la forma dinero, siendo por tanto<br />
inútil para su poseedor mientras permanezca en sus manos o se mantenga –para él– bajo la<br />
misma forma? En este caso, <strong>el</strong>lo equivaldría a decir que <strong>el</strong> mismo valor <strong>capital</strong> que antes<br />
funcionaba en forma de <strong>capital</strong> productivo, en una forma apta para <strong>el</strong> proceso de<br />
producción, funciona ahora como <strong>capital</strong> mercancías y <strong>capital</strong>–dinero bajo sus formas<br />
idóneas para <strong>el</strong> proceso de circulación, no siendo ya, por tanto, ni <strong>capital</strong> fijo ni <strong>capital</strong><br />
circulante. Y esto se refiere tanto a los <strong>el</strong>ementos de valor añadidos por las materias primas<br />
y auxiliares, es decir, por <strong>el</strong> <strong>capital</strong> circulante, como a los incorporados por <strong>el</strong> consumo de<br />
los medios de trabajo, es decir, por <strong>el</strong> <strong>capital</strong> fijo. Como vemos, tampoco por este camino<br />
nos acercamos ni un paso a la distinción entre <strong>el</strong> <strong>capital</strong> fijo y <strong>el</strong> <strong>capital</strong> circulante.<br />
Y enseguida: Los bienes acumulados por un comerciante no le dejan ninguna<br />
ganancia o beneficio hasta que los vende por dinero, y <strong>el</strong> dinero mismo apenas le deja<br />
utilidad hasta que se cambia nuevamente por otros bienes. Su <strong>capital</strong> sale de su posesión<br />
continuamente en una forma y retorna en otra, y sólo mediante esta circulación o cambio<br />
sucesivo obtiene una ganancia. Esta es la razón por la cual esta masa recibe la<br />
denominación de <strong>capital</strong> circulante”.<br />
Lo que A. Smith define aquí como <strong>capital</strong> circulante es lo que yo llamaría <strong>capital</strong> de<br />
circulación, o sea, <strong>el</strong> <strong>capital</strong> bajo la forma adecuada al proceso de circulación, al cambio de<br />
forma por medio d<strong>el</strong> intercambio (cambio de materia y cambio de manos), es decir, <strong>capital</strong>–