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el-capital-ii

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Sismondi (continuación d<strong>el</strong> primero), dice: “Aún más interesantes (comparadas con la<br />

doctrina sobre las rentas d<strong>el</strong> <strong>capital</strong>) son las ideas de Sismondi sobre las diversas clases de<br />

renta” (Russk. Bog., núm. 8, p. 42). Según él, Sismondi divide la renta nacional, lo mismo<br />

que hace Rodbertus, en dos partes: “una va a parar a los propietarios d<strong>el</strong> su<strong>el</strong>o y de los<br />

medios de producción, otra a los representantes d<strong>el</strong> trabajo” (ibid.). Siguen unas citas en las<br />

que Sismondi habla de la división no sólo de la renta nacional, sino también d<strong>el</strong> producto<br />

global. La producción anual o <strong>el</strong> resultado de todos los trabajos de una nación en <strong>el</strong><br />

transcurso d<strong>el</strong> año se compone asimismo de dos partes, etc. (Nouveaux Principes, I, p. 105.<br />

cit. en Russk Bog., núm. 8, p. 43). “Los pasajes citados– así termina nuestro economista–<br />

demuestran con toda claridad que Sismondi se ha asimilado plenamente (!) aqu<strong>el</strong>la misma<br />

clasificación de la renta nacional que tan importante pap<strong>el</strong> desempeña entre los modernos<br />

economistas, a saber: la división de la renta nacional en rentas basadas en <strong>el</strong> trabajo y en<br />

rentas al margen d<strong>el</strong> trabajo. Aunque en general las ideas de Sismondi acerca de la renta no<br />

siempre tiene un carácter claro y concreto, se trasluce en <strong>el</strong>las, sin embargo, la conciencia<br />

de la diferencia que existe entre las rentas de la economía privada y las rentas de la<br />

economía nacional” (p. 43).<br />

El pasaje citado –decimos ahora nosotros– demuestra con toda claridad que Efrussi se ha<br />

asimilado plenamente la sabiduría de los manuales alemanes, a pesar de lo cual (o tal vez a<br />

causa de lo cual) ha pasado por alto en absoluto la dificultad teórica d<strong>el</strong> problema de la<br />

renta nacional como algo distinto de la renta individual. Efrussi se expresa de un modo muy<br />

poco caut<strong>el</strong>oso. Veíamos que en la primera parte de su artículo calificaba como<br />

“economistas novísimos a los teóricos de una determinada escu<strong>el</strong>a”. El lector creerá con<br />

razón que también aquí alude a <strong>el</strong>los. Pero en realidad se refiere a algo completamente<br />

distinto. Ahora figuran ya en él como economistas modernos los socialistas alemanes de<br />

cátedra La defensa que hace Sismondi consiste en acercar su teoría a las doctrinas de los<br />

socialistas de cátedra. ¿En qué consiste la doctrina de estas “novísimas” autoridades de<br />

Efrussi? Sencillamente, en que la renta nacional se divide en dos partes.<br />

Pero ésta es la doctrina de A. Smith, no, ni mucho menos, la de los “novísimos”<br />

economistas. Cuando A. Smith divide la renta en salario, beneficio y renta d<strong>el</strong> su<strong>el</strong>o<br />

(Riqueza de las Naciones, Libro I, cap. VI; libro II cap. II), contrapone precisamente a la<br />

primera categoría las otras dos como rentas al margen d<strong>el</strong> trabajo, designándolas como<br />

deducciones d<strong>el</strong> trabajo (libro I, cap. VIII) y combatiendo <strong>el</strong> punto de vista según <strong>el</strong> cual la<br />

ganancia constituye <strong>el</strong> salario abonado por una modalidad especial de trabajo (libro I, cap.<br />

VI). Tanto Sismondi como Rodbertus, al igual que los “novísimos” autores de manuales<br />

alemanes, se limitan a repetir esta doctrina de A. Smith. La diferencia entre <strong>el</strong>los consiste<br />

simplemente en que A. Smith comprendía que no le era posible totalmente separar la renta<br />

nacional d<strong>el</strong> producto nacional y que caía en una contradicción al desglosar d<strong>el</strong> producto<br />

individual <strong>el</strong> <strong>capital</strong> constante (según la terminología moderna), después de haberlo<br />

incluido en él. En cambio, los “modernos economistas” que repiten los errores de A. Smith<br />

no hacen más que envolver su doctrina en una forma ampulosa (“clasificación de la renta<br />

nacional”), perdiendo de vista la contradicción ante la que se detuvo A. Smith. Estos<br />

métodos podrán ser muy eruditos, pero no tienen nada de científicos.

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