el-capital-ii
el-capital-ii
el-capital-ii
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Capítulo XV<br />
COMO INFLUYE EL TIEMPO DE ROTACIÓN EN LA MAGNITUD DEL CAPITAL<br />
DESEMBOLSADO<br />
En este capítulo y en <strong>el</strong> siguiente, <strong>el</strong> XVI, estudiaremos la influencia d<strong>el</strong> tiempo de rotación sobre la<br />
valorización d<strong>el</strong> <strong>capital</strong>.<br />
Tomemos <strong>el</strong> <strong>capital</strong>–mercancías producto de un período de trabajo de nueve semanas, por ejemplo.<br />
Sí prescindimos por <strong>el</strong> momento, tanto de la parte d<strong>el</strong> valor d<strong>el</strong> producto que le añade <strong>el</strong> desgaste promedio<br />
d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> fijo como de la plusvalía incorporada a él durante <strong>el</strong> proceso de producción, vemos que <strong>el</strong> valor de<br />
este producto es igual al valor d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> circulante invertido en su producción, es decir, al valor de los<br />
salarios y de las materias primas y auxiliares consumidas en <strong>el</strong>la. Supongamos que este valor sea = 900 libras<br />
esterlinas, es decir, que se realice una inversión de 100 libras semanales. El período de producción, que aquí<br />
coincide con <strong>el</strong> período de trabajo es, pues, de 9 semanas. Para los efectos de nuestro razonamiento, no<br />
interesa saber sí se trata de un período de trabajo destinado a crear un producto continuo o de un período<br />
continuo de trabajo para fabricar un producto discreto, siempre y cuando que la cantidad de producto discreto<br />
lanzado al mercado de una vez cueste 9 semanas de trabajo. Supongamos asimismo que <strong>el</strong> tiempo de<br />
circulación sea de 3 semanas, lo que quiere decir que <strong>el</strong> tiempo de rotación en conjunto será de 12 semanas. A<br />
las 9 semanas, <strong>el</strong> <strong>capital</strong> productivo desembolsado se convierte en <strong>capital</strong>–mercancías, que pasa a la órbita de<br />
la circulación y permanece en <strong>el</strong>la tres semanas más. Por tanto, <strong>el</strong> nuevo período de producción sólo puede<br />
comenzar a partir de la 13ª semana, lo cual quiere decir que la producción se paralizaría durante tres semanas,<br />
o sea, durante una cuarta parte d<strong>el</strong> período de rotación en su conjunto. Para nuestro caso, tanto da que tarde,<br />
por término medio, todo ese tiempo en venderse la mercancía o que se emplee en hacerla llegar hasta <strong>el</strong><br />
mercado o en cobrar la mercancía vencida. El resultado será siempre <strong>el</strong> mismo: la producción se paralizará<br />
durante 3 semanas cada 3 meses, o sea, al cabo d<strong>el</strong> año 4 X 3 = 12 semanas = 3 meses = 1/4 d<strong>el</strong> período anual<br />
de rotación. Por consiguiente, si la producción ha de ser continua y mantenerse una semana tras otra en la<br />
misma escala, habrá que seguir uno de los caminos señalados a continuación.<br />
Uno de <strong>el</strong>los consiste en reducir la escala de la producción, haciendo que las 900 libras basten para<br />
mantener en marcha <strong>el</strong> trabajo tanto durante <strong>el</strong> período de trabajo como durante <strong>el</strong> período de circulación de<br />
la primera rotación. De este modo, al comenzar la 10ª semana se inicia un segundo período de trabajo, y por<br />
tanto un segundo ciclo de rotación, antes de terminar <strong>el</strong> primero, pues, como hemos dicho, <strong>el</strong> ciclo de rotación<br />
dura doce semanas y <strong>el</strong> período de trabajo nueve, 900 libras esterlinas repartidas entre 12 semanas arrojan 75<br />
libras semanales. En primer lugar, es evidente que este acortamiento de la escala d<strong>el</strong> negocio supone un<br />
cambio de dimensiones d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> fijo y, por tanto, en general, una inversión de <strong>capital</strong> más reducida. En<br />
segundo lugar, habría que ver si esta reducción es factible, ya que, con arreglo al desarrollo de la producción<br />
en las distintas industrias, existe un límite normal mínimo de inversión de <strong>capital</strong> por debajo d<strong>el</strong> cual una<br />
empresa no se halla en condiciones de competir con las demás. Y este límite normal mínimo aumenta<br />
constantemente, además, con <strong>el</strong> desarrollo <strong>capital</strong>ista de la producción: no es, pues, un limite fijo. Entre <strong>el</strong><br />
límite normal mínimo existente en cada caso y <strong>el</strong> límite normal máximo que va creciendo constantemente se<br />
dan numerosos grados intermedios, existe una zona media que admite variantes muy diversas de inversión de<br />
<strong>capital</strong>. Por consiguiente, dentro de los límites de esta media puede operarse una reducción cuyo limite es, en<br />
cada caso, <strong>el</strong> mínimo normal. En los casos de entorpecimiento de la producción, de abarrotamiento de los<br />
mercados, de encarecimiento de las materias primas, etc., se opera una reducción de la inversión normal de<br />
<strong>capital</strong> circulante, partiendo de una base dada de <strong>capital</strong> fijo, mediante la reducción d<strong>el</strong> tiempo de trabajo, por<br />
ejemplo reduciendo la jornada de trabajo a medio día; d<strong>el</strong> mismo modo que, en épocas de prosperidad y<br />
siempre sobre una base dada de <strong>capital</strong> fijo, se observa una extensión anormal d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> circulante, bien<br />
mediante la prolongación de la jornada de trabajo, bien mediante la intensificación de éste. En empresas que<br />
cuentan ya de antemano con estas oscilaciones, se emplean unas veces los recursos apuntados y otras veces se<br />
recurre al empleo simultáneo de un número mayor de obreros, combinado con <strong>el</strong> empleo de una reserva de<br />
<strong>capital</strong> fijo, por ejemplo de locomotoras de reserva en los ferrocarriles, etc. Sin embargo, aquí situamos <strong>el</strong><br />
problema en las condiciones normales, por cuya razón deben dejarse a un lado estas oscilaciones anómalas.<br />
Por tanto, para que la producción no se interrumpa deberá repartirse la inversión d<strong>el</strong> mismo <strong>capital</strong><br />
circulante en un período mayor de tiempo, entre 12 semanas en vez de 9. Esto quiere decir que en cada fase