13.05.2013 Views

el-capital-ii

el-capital-ii

el-capital-ii

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

como simple comprador. Por consiguiente, habrá una parte mayor de mercancías Ip –pues Iv se ha cambiado<br />

ya por mercancías de II– que no pueda cambiarse por mercancías de II y que no tenga más remedio que<br />

mantenerse bajo su forma–dinero.<br />

No necesitamos, pues, según esto, seguir analizando <strong>el</strong> caso inverso, en que en un año la<br />

reproducción de los casos de agotamiento d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> fijo de II son menores y, por tanto, la parte de desgaste<br />

mayor.<br />

Esto conducirá, pues, a una crisis –crisis de producción–, a pesar d<strong>el</strong> supuesto de la reproducción en<br />

escala fija.<br />

En una palabra: si, tratándose de reproducción simple y en circunstancias idénticas, es decir, de la<br />

misma productividad, <strong>el</strong> mismo volumen global y la misma intensidad d<strong>el</strong> trabajo –no estableciendo la<br />

premisa de una proporción constante entre <strong>el</strong> <strong>capital</strong> fijo que se agota (y que es necesario reponer) y <strong>el</strong> que<br />

sigue funcionando bajo su antigua forma natural simplemente para reponer <strong>el</strong> valor de desgaste que añade a<br />

los productos)–, tendríamos que en un caso la masa de los <strong>el</strong>ementos circulantes necesitados de reproducción<br />

sería la misma, pero aumentaría, en cambio, la masa de los <strong>el</strong>ementos fijos sujeta a reproducción; es decir,<br />

que la producción global de I, aumentaría o, en otro caso, aun prescindiendo de las proporciones d<strong>el</strong> dinero,<br />

se presentaría un déficit de reproducción.<br />

Veamos ahora <strong>el</strong> otro caso: si la magnitud proporcional d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> fijo de II que ha de reproducirse<br />

en especie disminuyere, y por tanto aumentare en la misma proporción la parte d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> fijo de II que sólo<br />

ha de reponerse en dinero, la masa de los <strong>el</strong>ementos circulantes reproducidos por I d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> constante no<br />

variaría y, en cambio, disminuiría la d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> fijo sujeto a reproducción. Por tanto, no cabrían más que dos<br />

posibilidades: o disminuiría la producción global de I o resultaría un superávit (como antes resultaba un<br />

déficit), y un superávit no susceptible de convertirse en dinero.<br />

En efecto, <strong>el</strong> mismo trabajo puede, en <strong>el</strong> primer caso, al aumentar su productividad, su duración o su<br />

intensidad, arrojar un producto mayor, con lo cual podría cubrirse <strong>el</strong> déficit en <strong>el</strong> primer caso. Pero este<br />

cambio no se producirá nunca sin un desplazamiento de trabajo y de <strong>capital</strong> de una u otra rama de producción<br />

de I, y cada uno de estos desplazamientos iría acompañado de perturbaciones momentáneas. El segundo lugar<br />

(al aumentar la duración y la intensidad d<strong>el</strong> trabajo), I tendría que cambiar más valor por menos valor de II; es<br />

decir, se produciría una depreciación d<strong>el</strong> producto de I.<br />

Lo contrario de lo que ocurriría en <strong>el</strong> segundo caso, en que I se vería obligado a reducir su<br />

producción, lo que supone la crisis para los obreros y <strong>capital</strong>istas de este sector, o a producir un remanente, lo<br />

que significa también crisis. De por sí, estos casos de superávit no constituyen ningún mal, sino una ventaja;<br />

pero dentro de la producción <strong>capital</strong>ista, representan un perjuicio.<br />

La solución en ambos casos podría ser <strong>el</strong> comercio exterior: en <strong>el</strong> primer caso, para invertir en<br />

medios de consumo la mercancía I estancada en forma de dinero; en <strong>el</strong> segundo caso, para dar salida al<br />

remanente de mercancías. Pero <strong>el</strong> comercio exterior, cuando no se limita a reponer los <strong>el</strong>ementos (también en<br />

cuanto a su valor) no hace más que desplazar las contradicciones a una esfera más extensa, abriendo ante <strong>el</strong>las<br />

un campo mayor de acción.<br />

Si se <strong>el</strong>imina la forma <strong>capital</strong>ista de la reproducción, <strong>el</strong> problema quedará reducido al hecho de que<br />

la magnitud de la parte d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> fijo que se agota y que, por tanto, debe reponerse en especie (en nuestro<br />

caso concreto, de la parte que funciona en la producción de medios de consumo) varíe en años sucesivos,<br />

compensándose así. Si un año es muy grande (superior al tipo medio de mortalidad, como entre los hombres),<br />

al año siguiente será, indudablemente, menor. La masa de materias primas, artículos a medio fabricar y<br />

materias auxiliares necesaria para la producción anual de artículos de consumo –siempre y cuando que las<br />

demás circunstancias no varíen– no disminuirá, por tanto; la producción global de medios de producción<br />

deberá, por consiguiente, aumentar en unos casos y disminuir en otros. Sólo podrá hacer frente a esto<br />

mediante una continua superproducción r<strong>el</strong>ativa; por una parte, una cierta cantidad de <strong>capital</strong> fijo que<br />

produzca más de lo directamente necesario; por otra parte, y muy concretamente, existencias de materias<br />

primas, etc., que excedan de las necesidades inmediatas anuales (cosa aplicable muy especialmente a los<br />

medios de subsistencia). Este tipo de superproducción equivale al control de la sociedad sobre los medios<br />

objetivos de su propia reproducción. Pero dentro de la sociedad <strong>capital</strong>ista sería un <strong>el</strong>emento de anarquía,<br />

Este ejemplo d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> fijo –partiendo de una escala permanente de reproducción– es palmario. La<br />

desproporción en la producción d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> fijo y d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> circulante constituye una de las razones<br />

predilectas de los economistas para explicar las crisis. Para <strong>el</strong>los, representa algo nuevo <strong>el</strong> hecho de que esta<br />

desproporción puede producirse y se produce necesariamente en los casos de simple conservación d<strong>el</strong> <strong>capital</strong>

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!