13.05.2013 Views

el-capital-ii

el-capital-ii

el-capital-ii

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

totalidad, y con él <strong>el</strong> consumo individual de <strong>capital</strong>ista y obrero por él condicionado. Este<br />

punto es importante para <strong>el</strong> estudio de las crisis.<br />

En efecto, tan pronto como M' se vende, se convierte en dinero, puede revertir a los<br />

factores reales d<strong>el</strong> proceso de trabajo, y, por tanto, d<strong>el</strong> proceso de reproducción. Por<br />

consiguiente, <strong>el</strong> hecho de que M' sea comprada por <strong>el</strong> consumidor definitivo o por <strong>el</strong><br />

comerciante que pretende venderla de nuevo, no hace cambiar para nada, directamente, <strong>el</strong><br />

asunto. El volumen de las masas de mercancías creadas por la producción <strong>capital</strong>ista lo<br />

determina la escala de la producción y la necesidad de que ésta se extienda constantemente,<br />

y no un círculo predestinado de oferta y demanda, de necesidades que se trata de satisfacer.<br />

La producción en masa sólo puede tener como comprador directo, aparte de otros<br />

<strong>capital</strong>istas industriales, al comerciante al por mayor. Dentro de ciertos límites, <strong>el</strong> proceso<br />

de reproducción puede desarrollarse sobre la misma escala o sobre una escala ampliada,<br />

aunque las mercancías creadas por él no entren realmente en la órbita d<strong>el</strong> consumo<br />

individual ni en la d<strong>el</strong> consumo productivo. El consumo de las mercancías no va implícito<br />

en <strong>el</strong> ciclo d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> d<strong>el</strong> que brotan. Así por ejemplo, tan pronto como se vende <strong>el</strong> hilo, <strong>el</strong><br />

ciclo d<strong>el</strong> valor d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> que <strong>el</strong> hilo representa puede iniciarse de nuevo, cualquiera que<br />

sea la suerte que corra, por <strong>el</strong> momento, <strong>el</strong> hilo vendido. Mientras <strong>el</strong> producto se venda,<br />

desde <strong>el</strong> punto de vista d<strong>el</strong> productor <strong>capital</strong>ista todo se desarrolla normalmente. El ciclo<br />

d<strong>el</strong> valor d<strong>el</strong> <strong>capital</strong>, representado por él, no se interrumpe. Y si este proceso se amplía –lo<br />

que supone que se amplíe también <strong>el</strong> consumo productivo de los medios de producción–,<br />

esta reproducción d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> puede ir acompañada por un consumo (y, consiguientemente,<br />

por una demanda) individual ampliado por parte de los obreros, puesto que <strong>el</strong> consumo<br />

productivo le sirve de introducción y de medio. De este modo, la producción de plusvalía, y<br />

con <strong>el</strong>la <strong>el</strong> consumo individual d<strong>el</strong> <strong>capital</strong>ista, pueden crecer y hallarse en <strong>el</strong> estado más<br />

floreciente todo <strong>el</strong> proceso de reproducción, y, sin embargo, existir una gran parte de<br />

mercancías que sólo aparentemente entran en la órbita d<strong>el</strong> consumo y que en realidad<br />

quedan invendidas en manos de los intermediarios, es decir, que, de hecho, se hallan<br />

todavía en <strong>el</strong> mercado. Una oleada de mercancías sigue a la otra, hasta que por último se<br />

comprueba que la oleada anterior no ha sido absorbida por <strong>el</strong> consumo más que en<br />

apariencia. Los <strong>capital</strong>es en mercancías se disputan unos a otros <strong>el</strong> lugar que ocupan en <strong>el</strong><br />

mercado. Los rezagados, para vender, venden por debajo d<strong>el</strong> precio. Aún no se han<br />

liquidado las oleadas anteriores de mercancías, cuando vencen los plazos para pagarlas los<br />

que las tienen en su poder se ven obligados a declararse insolventes o a venderlas a<br />

cualquier precio para poder pagar. Estas ventas no tienen absolutamente nada que ver con<br />

<strong>el</strong> verdadero estado de la demanda. Tienen que ver únicamente con la demanda de pago,<br />

con la necesidad absoluta de convertir las mercancías en dinero. Es entonces cuando estalla<br />

la crisis. Esta se manifiesta, no en <strong>el</strong> descenso inmediato de la demanda de tipo consuntivo,<br />

de la demanda para <strong>el</strong> consumo individual, sino en <strong>el</strong> descenso d<strong>el</strong> intercambio de unos<br />

<strong>capital</strong>es por otros, d<strong>el</strong> proceso de reproducción d<strong>el</strong> <strong>capital</strong>.<br />

Si las mercancías Mp y T, en que se invierte D, para poder cumplir su función como<br />

<strong>capital</strong>–dinero, como valor <strong>capital</strong> destinado a transformarse nuevamente en <strong>capital</strong><br />

productivo; si estas mercancías, tienen que comprarse o pagarse en distintos plazos, y, por<br />

tanto, la fórmula D–M representa una serie de compras y pagos sucesivos, una parte de D<br />

efectuará <strong>el</strong> acto D–M mientras otra parte perdura en su estado de dinero para poder

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!