13.05.2013 Views

el-capital-ii

el-capital-ii

el-capital-ii

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

la fuerza de trabajo, los medios de trabajo y las materias de producción, han de comprarse,<br />

constantemente y sin interrupción, con dinero. Y lo que decimos d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> individual es<br />

también aplicable al <strong>capital</strong> social, que no es sino la suma de muchos <strong>capital</strong>es individuales.<br />

Sin embargo, como ya dijimos en <strong>el</strong> libro I, de aquí no se deduce, ni mucho menos, que <strong>el</strong><br />

campo de acción d<strong>el</strong> <strong>capital</strong>, la escala de la producción, dependa en términos absolutos, ni<br />

siquiera sobre bases <strong>capital</strong>istas, d<strong>el</strong> volumen d<strong>el</strong> <strong>capital</strong>–dinero en funciones.<br />

Al <strong>capital</strong> se incorporan <strong>el</strong>ementos de producción cuya extensión es, dentro de<br />

ciertos límites, independiente de la magnitud d<strong>el</strong> <strong>capital</strong>–dinero desembolsado. Con la<br />

misma retribución, la fuerza de trabajo puede ser explotada más extensiva o<br />

intensivamente. Y si esta mayor explotación aumenta <strong>el</strong> <strong>capital</strong>–dinero (es decir, <strong>el</strong>eva <strong>el</strong><br />

salario), no lo aumentará, ni mucho menos, proporcionalmente, es decir, pro tanto<br />

Las materias naturales explotadas productivamente –que no constituyen ningún<br />

<strong>el</strong>emento de valor d<strong>el</strong> <strong>capital</strong>–, la tierra, <strong>el</strong> mar, los minerales, los bosques, etc., pueden<br />

explotarse en mayor proporción, intensiva o extensivamente, haciendo que <strong>el</strong> mismo<br />

número de obreros trabaje más, sin aumentar por <strong>el</strong>lo <strong>el</strong> desembolso de <strong>capital</strong>–dinero. De<br />

este modo, sin necesidad de un desembolso adicional de <strong>capital</strong>–dinero, aumentan los<br />

<strong>el</strong>ementos reales d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> productivo. En los casos en que este desembolso adicional es<br />

necesario para la adquisición de nuevas materias auxiliares, <strong>el</strong> <strong>capital</strong>–dinero en que se<br />

desembolsa <strong>el</strong> valor–<strong>capital</strong> no aumentará, ni mucho menos, proporcionalmente, es decir,<br />

pro tanto, en r<strong>el</strong>ación con <strong>el</strong> aumento de la eficacia d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> productivo.<br />

Los mismos medios de trabajo y, por tanto, <strong>el</strong> mismo <strong>capital</strong> fijo pueden emplearse<br />

con mayor eficacia, ya sea prolongando <strong>el</strong> tiempo diario durante <strong>el</strong> cual se usan o dándoles<br />

un empleo más intensivo, sin necesidad de una inversión adicional de dinero en concepto<br />

de <strong>capital</strong> fijo. En estos casos, la rotación d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> fijo se operará más rápidamente y se<br />

movilizarán también con mayor rapidez los <strong>el</strong>ementos de su reproducción.<br />

Aun prescindiendo de las materias naturales, puede ocurrir que se incorporen<br />

también al proceso de producción, como agentes, con mayor o menor eficacia, fuerzas<br />

naturales que no cuesten nada. El grado de eficacia de estos agentes dependerá de los<br />

métodos y progresos de la ciencia, que no suponen ningún desembolso para <strong>el</strong> <strong>capital</strong>ista.<br />

Otro tanto acontece con la combinación social de la fuerza de trabajo en <strong>el</strong> proceso<br />

de producción y con la pericia acumulada de los obreros individuales. Carey llega en sus<br />

cálculos a la conclusión de que <strong>el</strong> terrateniente no recibe nunca bastante, porque no se le<br />

paga todo <strong>el</strong> <strong>capital</strong> y todo <strong>el</strong> trabajo invertido en la tierra desde tiempo inmemorial para<br />

infundirle su actual capacidad de producción. (De la capacidad de producción que se le<br />

arrebata no se habla, naturalmente.) Según esto, habría que pagar a cada obrero teniendo en<br />

cuenta <strong>el</strong> trabajo empleado por <strong>el</strong> género humano en su totalidad para hacer de un salvaje<br />

un mecánico moderno. Más lógico sería decir lo contrario, a saber: que, si se calculase todo<br />

<strong>el</strong> trabajo no retribuido, pero convertido en dinero por terratenientes y <strong>capital</strong>istas, metido<br />

en la tierra, habría razones para pensar que <strong>el</strong> <strong>capital</strong> invertido en <strong>el</strong>la ha sido saldado ya<br />

con creces y con intereses usurarios y que, por tanto, la propiedad de la tierra se halla ya<br />

redimida desde hace mucho tiempo, espléndidamente, por la sociedad.<br />

Es cierto que la potenciación de las fuerzas productivas d<strong>el</strong> trabajo, cuando no<br />

supone una inversión adicional de valores de <strong>capital</strong>, sólo acrecienta primordialmente la<br />

masa d<strong>el</strong> producto, no su valor, Pero crea, al mismo tiempo, nueva materia de <strong>capital</strong>, y con<br />

<strong>el</strong>la la base para incrementar la acumulación de éste.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!