13.05.2013 Views

el-capital-ii

el-capital-ii

el-capital-ii

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

sólo es aplicable a los <strong>el</strong>ementos d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> productivo y que al lado de éste hay todavía<br />

una cantidad considerable de <strong>capital</strong> –<strong>el</strong> <strong>capital</strong>–mercancias y <strong>el</strong> <strong>capital</strong>–dinero– que reviste<br />

una forma bajo la cual no puede ser ni circulante ni fijo.<br />

Como, si se exceptúa la parte de los productos que cada productor <strong>capital</strong>ista emplea<br />

directamente en forma natural, sin venderlos ni comprarlos, como medios de producción,<br />

toda la masa de la producción social –dentro d<strong>el</strong> régimen <strong>capital</strong>ista– circula en <strong>el</strong> mercado<br />

como <strong>capital</strong>–mercancías, es evidente que d<strong>el</strong> <strong>capital</strong>–mercancias se separan tanto los<br />

<strong>el</strong>ementos fijos y circulantes d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> productivo como todos los <strong>el</strong>ementos que forman <strong>el</strong><br />

fondo de consumo, lo que en realidad sólo quiere decir una cosa: que, dentro de la producción<br />

<strong>capital</strong>ista, lo mismo los medios de producción que los medios de consumo sólo<br />

aparecen como <strong>capital</strong>–mercancias si tienen también como misión <strong>el</strong> servir más tarde como<br />

medios de consumo o de producción; d<strong>el</strong> mismo modo que la propia fuerza de trabajo<br />

aparece en <strong>el</strong> mercado como una mercancía, aunque no como <strong>capital</strong>–mercancía.<br />

De aquí la nueva confusión en que incurre A. Smith, cuando dice:<br />

“Tres de estas cuatro porciones [d<strong>el</strong> circulating <strong>capital</strong>, es decir, d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> en sus<br />

dos formas de <strong>capital</strong>–mercancias y <strong>capital</strong>–dinero, pertenecientes al proceso de<br />

circulación, dos partes que se convierten ,en cuatro porque A. Smith subdivide<br />

materialmente los <strong>el</strong>ementos que forman <strong>el</strong> <strong>capital</strong>–mercancias], los víveres, materiales y<br />

artículos acabados se separan anualmente, o en un periodo más o menos largo, d<strong>el</strong> <strong>capital</strong><br />

circulante, para convertirse en <strong>capital</strong> fijo o en disponibilidades reservadas al consumo<br />

inmediato.<br />

“Todo <strong>capital</strong> fijo se deriva originariamente d<strong>el</strong> circulante, y en él se sustenta<br />

continuamente. Cualquier máquina o instrumento útil tiene su origen en un <strong>capital</strong><br />

circulante, que suministra los materiales de que se <strong>el</strong>aboran, y <strong>el</strong> alimento d<strong>el</strong> operario que<br />

los fabrica; es necesario además un buen <strong>capital</strong> de la misma naturaleza para mantenerlos<br />

constantemente en buen estado de conservación”(p. 256).<br />

Siempre con excepción de la parte d<strong>el</strong> producto que su productor vu<strong>el</strong>ve a emplear<br />

directamente como medio de producción, en la producción <strong>capital</strong>ista rige la siguiente<br />

norma general: todos los productos aparecen en <strong>el</strong> mercado como mercancías y circulan,<br />

por tanto, para <strong>el</strong> <strong>capital</strong>ista, como la forma–mercancía de su <strong>capital</strong>, como <strong>capital</strong>–<br />

mercancías, lo mismo si estos productos, por su forma natural, por su valor de uso, deben o<br />

pueden funcionar como <strong>el</strong>ementos d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> productivo (d<strong>el</strong> proceso de producción), y por<br />

tanto como <strong>el</strong>ementos fijos o circulantes de él, que si sólo pueden actuar como medios de<br />

consumo individual, no de consumo productivo. Todos los productos son lanzados al<br />

mercado como mercancías: todos los medios de producción y de consumo, todos los <strong>el</strong>ementos<br />

d<strong>el</strong> consumo productivo o individual tienen, por tanto, que ser sustraídos al<br />

mercado, por compra, como mercancías. Esta perogrullada (truism) responde, naturalmente,<br />

a la verdad. Por consiguiente, esto es aplicable tanto a los <strong>el</strong>ementos fijos como a los<br />

<strong>el</strong>ementos circulantes d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> productivo; tanto a los medios de trabajo como al material<br />

de trabajo en todas sus formas. (Y aquí se olvida, además, que hay <strong>el</strong>ementos d<strong>el</strong> <strong>capital</strong><br />

productivo que, existiendo por naturaleza, no son tales productos.) Las máquinas se<br />

compran en <strong>el</strong> mercado, exactamente lo mismo que <strong>el</strong> algodón. Pero de aquí no se deduce,<br />

ni mucho menos –se deduce, no de aquí, sino de la confusión en que A. Smith incurre d<strong>el</strong><br />

<strong>capital</strong> de circulación con <strong>el</strong> <strong>capital</strong> circulante, es decir, con <strong>el</strong> <strong>capital</strong> fijo –que todo <strong>capital</strong><br />

fijo provenga originariamente de un <strong>capital</strong> circulante. Además, con esto, A. Smith se<br />

contradice a sí mismo. El mismo nos dice que las máquinas forman, como mercancías, la

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!