13.05.2013 Views

el-capital-ii

el-capital-ii

el-capital-ii

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

gastos son los mismos; pero como ahora brotan simplemente de la forma, es decir, de la<br />

necesidad de convertir las mercancías en dinero y de la dificultad de operar esta<br />

metamorfosis, no se incorporan al valor de la mercancía, sino que representan deducciones,<br />

pérdidas de valor en la realización de ésta. Sin embargo, la modalidad normal y la anormal<br />

d<strong>el</strong> almacenamiento no se distinguen en cuanto a la forma; ambas representan, además,<br />

estancamientos de la circulación, y esto hace que ambos fenómenos puedan confundirse y<br />

engañar a los mismos agentes de la producción, tanto más cuanto que <strong>el</strong> proceso de<br />

circulación de su <strong>capital</strong> puede seguir su curso, para <strong>el</strong> productor, aunque se estanque <strong>el</strong><br />

proceso de circulación de sus mercancías, una vez que éstas pasan a manos de los<br />

comerciantes. Y al aumentar <strong>el</strong> volumen de la producción y d<strong>el</strong> consumo aumenta también,<br />

si las demás circunstancias permanecen invariables, <strong>el</strong> volumen de las mercancías<br />

almacenadas. Estas son renovadas y absorbidas con la misma rapidez, pero su volumen es<br />

mayor. El volumen de las mercancías almacenadas, incrementado por <strong>el</strong> estancamiento de<br />

la circulación, puede, pues, fácilmente confundirse con un síntoma de la ampliación d<strong>el</strong><br />

proceso de reproducción, sobre todo a partir d<strong>el</strong> momento en que <strong>el</strong> desarrollo d<strong>el</strong> sistema<br />

de crédito permite mixtificar <strong>el</strong> movimiento real.<br />

Los gastos d<strong>el</strong> almacenamiento consisten 1) en una disminución cuantitativa de la<br />

masa de productos (por ejemplo, cuando la mercancía almacenada sea harina); 2) en un<br />

deterioro de la calidad; 3) en <strong>el</strong> trabajo materializado y vivo que se requiere para conservar<br />

las mercancías almacenadas.<br />

III Gastos de transporte<br />

No es necesario entrar aquí en todos los detalles de los gastos de circulación, como<br />

son por ejemplo <strong>el</strong> embalaje, la clasificación de las mercancías, etc. La ley general es que<br />

todos los gastos de circulación que responden simplemente a un cambio de forma de la<br />

mercancía no añaden a ésta ningún valor. Son simples gastos destinados a la realización<br />

d<strong>el</strong> valor o a traducirlo de una forma a otra. El <strong>capital</strong> desembolsado para hacer frente a<br />

estos gastos (incluyendo <strong>el</strong> trabajo movilizado por él) figura entre los faux frais de la<br />

producción <strong>capital</strong>ista. Este <strong>capital</strong> debe reembolsarse d<strong>el</strong> producto sobrante y representa,<br />

si nos fijamos en la clase <strong>capital</strong>ista en su conjunto una deducción de la plusvalía o d<strong>el</strong><br />

producto sobrante<br />

d<strong>el</strong> mismo modo que <strong>el</strong> tiempo que un obrero invierte para comprar sus medios de<br />

vida representa tiempo perdido. Hay, sin embargo, una clase de gastos que tienen<br />

demasiada importancia para que no tratemos de <strong>el</strong>los aquí, siquiera sea brevemente.<br />

Dentro d<strong>el</strong> ciclo d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> y de la metamorfosis de las mercancías, que constituye<br />

una fase d<strong>el</strong> mismo, se opera <strong>el</strong> cambio de materia d<strong>el</strong> trabajo social. Puede ocurrir que este<br />

cambio de materia determine <strong>el</strong> cambio de lugar de los productos, su desplazamiento real<br />

de un sitio a otro. Pero no es indispensable, pues la circulación de las mercancías puede<br />

realizarse sin que éstas se desplacen físicamente, d<strong>el</strong> mismo modo que cabe la posibilidad<br />

de un transporte de productos sin circulación de mercancías e incluso sin intercambio<br />

directo de aquéllos. As! por ejemplo, si A vende una casa a B, esta casa circula como<br />

mercancía, sin moverse d<strong>el</strong> sitio. E incluso tratándose de mercancías muebles como <strong>el</strong><br />

algodón o <strong>el</strong> hierro fundido, vemos cómo se están quietos en <strong>el</strong> almacén mientras recaen<br />

sobre <strong>el</strong>los docenas y docenas de procesos de circulación, mientras los especuladores los<br />

compran y los vu<strong>el</strong>ven a vender. 8 Lo que se mueve realmente, en estos casos, es <strong>el</strong> título de

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!