13.05.2013 Views

el-capital-ii

el-capital-ii

el-capital-ii

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ealizase <strong>el</strong> valor d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> encerrado en él, resaltaría con toda claridad <strong>el</strong> carácter de anticipo d<strong>el</strong> dinero<br />

desembolsado a cuenta de la futura plusvalía. En caso de quiebra de nuestro <strong>capital</strong>ista, sus acreedores y los<br />

tribunales investigarán si sus gastos privados hechos a cuenta de los beneficios que espera percibir guardan<br />

proporción con <strong>el</strong> volumen de su negocio y de la plusvalía normal o usual correspondiente.<br />

En cambio, con r<strong>el</strong>ación a la clase <strong>capital</strong>ista en su conjunto, la tesis de que es <strong>el</strong>la misma la que<br />

tiene que lanzar a la circulación <strong>el</strong> dinero necesario para la realización de su plusvalía (o bien para la<br />

circulación de su <strong>capital</strong> constante y variable) no sólo no aparece paradójica, sino que se presenta como la<br />

condición necesaria de todo <strong>el</strong> mecanismo. Pues aquí sólo existen dos clases: la clase obrera, que no dispone<br />

más que de su fuerza de trabajo, y la clase <strong>capital</strong>ista, monopolizadora tanto de los medios de producción<br />

como de dinero. La paradoja existiría si fuese la clase obrera en primera instancia la que ad<strong>el</strong>antase de sus<br />

propios medios <strong>el</strong> dinero necesario para la realización de la plusvalía contenida en las mercancías. Pero <strong>el</strong><br />

<strong>capital</strong>ista individual hace siempre este ad<strong>el</strong>anto actuando bajo la forma de comprador, desembolsando dinero<br />

para comprar medios de consumo o ad<strong>el</strong>antando dinero para adquirir los <strong>el</strong>ementos de su <strong>capital</strong> productivo,<br />

es decir, la fuerza de trabajo y los medios de producción. Se desprende siempre d<strong>el</strong> dinero a cambio de un<br />

equivalente. Lanza siempre a la circulación <strong>el</strong> dinero d<strong>el</strong> modo como lanza sus mercancías. Actúa en ambos<br />

casos como punto de partida de su circulación.<br />

Dos circunstancias contribuyen a oscurecer la realidad de este proceso:<br />

1. La aparición d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> comercial (cuya primera forma es siempre <strong>el</strong> dinero, puesto que <strong>el</strong><br />

comerciante como tal no crea ningún “producto”, ninguna “mercancía”) y d<strong>el</strong> <strong>capital</strong>–dinero como objeto de<br />

manipulación de una categoría especial de <strong>capital</strong>istas en <strong>el</strong> proceso de circulación d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> industrial.<br />

2. El desdoblamiento de la plusvalía –que primariamente debe venir a parar siempre a manos d<strong>el</strong><br />

<strong>capital</strong>ista industrial– en distintas categorías como cuyos representantes aparecen, al lado d<strong>el</strong> <strong>capital</strong>ista<br />

industrial, <strong>el</strong> terrateniente (respecto a la renta d<strong>el</strong> su<strong>el</strong>o), <strong>el</strong> prestamista (respecto a los intereses), etc., y<br />

además <strong>el</strong> gobierno y sus funcionarios, rentistas, etc. Estos caballeros aparecen como compradores con<br />

respecto al <strong>capital</strong>ista industrial y, en cuanto tales, como transformadores en dinero de su plusvalía; en la<br />

parte que les corresponde, también <strong>el</strong>los lanzan dinero a la circulación y <strong>el</strong> <strong>capital</strong>ista industrial lo recibe de<br />

sus manos. Ante este fenómeno es fácil olvidar y se olvida constantemente de qué fuente proviene siempre<br />

primariamente ese dinero y su constante renovación.<br />

VI. El <strong>capital</strong> constante d<strong>el</strong> sector I 7<br />

Queda todavía por investigar <strong>el</strong> <strong>capital</strong> constante d<strong>el</strong> sector I = 4,000 Ic. Este valor es igual al de los<br />

medios de producción consumidos para producir la masa de mercancías que forman <strong>el</strong> producto–mercancías I<br />

y reaparece en él. Este valor que reaparece y que no se produce en <strong>el</strong> proceso de producción I, sino que se<br />

incorpora a él <strong>el</strong> año anterior como valor constante, como <strong>el</strong> valor dado de sus medios de producción, existe<br />

ahora en la parte íntegra de la masa de mercancías I, no absorbida por la categoría II; y <strong>el</strong> valor de esta masa<br />

de mercancías que queda así en manos d<strong>el</strong> <strong>capital</strong>ista es = 2 /3 d<strong>el</strong> valor de todo su producto–mercancías anual.<br />

Tratándose de un <strong>capital</strong>ista individual que produce un medio de producción determinado, podríamos decir:<br />

vende su producto–mercancía, lo convierte en dinero. Al convertirlo en dinero, hace revertir también a dinero<br />

la parte constante de valor de su producto. Con esta parte de valor convertida en dinero vu<strong>el</strong>ve a comprar<br />

luego a otros vendedores de mercancías sus medios de producción o convierte la parte constante de valor de<br />

su producto en una forma natural que le permita funcionar de nuevo como <strong>capital</strong> constante productivo. Pero<br />

ahora este supuesto es imposible. La clase <strong>capital</strong>ista I abarca la totalidad de los <strong>capital</strong>istas que producen<br />

medios de producción. Además, <strong>el</strong> producto–mercancías de 4,000 que queda en sus manos es una parte d<strong>el</strong><br />

producto social, <strong>el</strong> cual no puede cambiarse por ningún otro, pues ya no existe ninguna otra parte d<strong>el</strong><br />

producto anual. Exceptuados estos 4,000, se ha dispuesto ya de todo <strong>el</strong> resto; una parte es absorbida por <strong>el</strong><br />

fondo social de consumo y otra parte se destina a reponer <strong>el</strong> <strong>capital</strong> constante d<strong>el</strong> sector II, que ha cambiado<br />

ya todo <strong>el</strong> producto de que puede disponer en intercambio con <strong>el</strong> sector I.<br />

La dificultad se resu<strong>el</strong>ve muy fácilmente si se tiene en cuenta que todo <strong>el</strong> producto–mercancías I<br />

consiste, en cuanto a su forma natural, en medios de producción, es decir, en los <strong>el</strong>ementos materiales d<strong>el</strong><br />

mismo <strong>capital</strong> constante. Se nos presenta aquí <strong>el</strong> mismo fenómeno con que nos encontrábamos más arriba, en<br />

II, aunque bajo otro aspecto. En II, <strong>el</strong> producto–mercancías estaba formado en su totalidad por medios de<br />

consumo; por consiguiente, una parte d<strong>el</strong> mismo, determinada por los salarios, y la plusvalía contenidos en él,<br />

podía ser consumida por sus propios productores. Aquí, en I, <strong>el</strong> producto–mercancías se compone, en su<br />

totalidad, de medios de producción, edificios, maquinaria, envases, materias primas y auxiliares, etc. Una

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!