13.05.2013 Views

el-capital-ii

el-capital-ii

el-capital-ii

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

producción proseguidos simplemente en la circulación y cuyo carácter productivo se oculte<br />

bajo la forma de ésta. Y pueden también, socialmente considerados, constituir meros<br />

gastos, una inversión improductiva de trabajo, sea vivo o materializado y, sin embargo,<br />

precisamente por <strong>el</strong>lo, traducirse en una creación de valor para <strong>el</strong> <strong>capital</strong>ista individual,<br />

representando una adición al precio de venta de su mercancía. Así se desprende ya d<strong>el</strong><br />

hecho de que estos gastos sean distintos en distintas ramas de producción y a veces<br />

también, dentro de la misma rama de reproducción, para distintos <strong>capital</strong>es individuales. Al<br />

agregarse al precio de las mercancías, se reparten en la medida en que corresponde, a los<br />

distintos <strong>capital</strong>istas individuales. Pero todo trabajo que añade valor puede añadir también<br />

plusvalía y, sobre una base <strong>capital</strong>ista, añadirá cada vez más plusvalía, ya que <strong>el</strong> valor<br />

creado por él depende de su propia magnitud y la plusvalía que arroje dependerá de la<br />

medida en que <strong>el</strong> <strong>capital</strong>ista pague <strong>el</strong> trabajo. Por consiguiente, gastos que encarecen la<br />

mercancía sin añadir nada a su valor de uso y que, desde <strong>el</strong> punto de vista de la sociedad,<br />

pertenecen, por tanto, a los faux frais de la producción, pueden ser, sin embargo, fuente de<br />

enriquecimiento para <strong>el</strong> <strong>capital</strong>ista individual. Por otra parte, esto no los hace perder su<br />

carácter improductivo, siempre y cuando que estos gastos de circulación se limiten a<br />

repartir por partes iguales lo que añaden al precio de las mercancías. Así, por ejemplo, las<br />

sociedades de seguros reparten entre la clase <strong>capital</strong>ista las pérdidas de los <strong>capital</strong>istas<br />

individuales. Pero esto no impide que las pérdidas así niv<strong>el</strong>adas sigan siendo pérdidas,<br />

desde <strong>el</strong> punto de vista d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> social en su conjunto.<br />

a) El almacenamiento, en general<br />

Mientras existe como <strong>capital</strong>–mercancías o permanece en <strong>el</strong> mercado, es decir,<br />

mientras se encuentra en <strong>el</strong> intervalo entre <strong>el</strong> proceso de producción de que procede y <strong>el</strong><br />

proceso de consumo a que se destina, <strong>el</strong> producto es mercancía almacenada. Como<br />

mercancía en <strong>el</strong> mercado y, por tanto, en estado de almacenamiento, <strong>el</strong> <strong>capital</strong>–mercancías<br />

aparece dos veces en cada ciclo: una vez como producto–mercancía d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> en<br />

funciones cuyo ciclo se estudia; otra vez, en cambio, como producto–mercancía de otro<br />

<strong>capital</strong>, que tiene que encontrarse en <strong>el</strong> mercado para poder comprarse y transformarse en<br />

<strong>capital</strong> productivo. Cabe, ciertamente, la posibilidad de que este segundo <strong>capital</strong>–<br />

mercancías se produzca expresamente por encargo. En este caso, se interrumpirá <strong>el</strong> proceso<br />

mientras se produzca. Sin embargo, la marcha d<strong>el</strong> proceso de producción y reproducción<br />

exige que una masa de mercancías (medios de producción) figure constantemente en <strong>el</strong><br />

mercado; es decir, que se halle constantemente almacenada. El <strong>capital</strong> incluye, asimismo, la<br />

compra de fuerza de trabajo, y la forma dinero no es, aquí, más que la forma valor de los<br />

medios de vida, que <strong>el</strong> obrero necesita encontrar, en su mayor parte, en <strong>el</strong> mercado. En esto<br />

nos detendremos más ad<strong>el</strong>ante, conforme avancemos en <strong>el</strong> presente apartado. Por ahora,<br />

basta con dejar sentado este punto. Sí nos situamos en <strong>el</strong> punto de vista d<strong>el</strong> valor–<strong>capital</strong> en<br />

funciones ya convertido en producto–mercancías y pendiente de ser vendido o<br />

transformado nuevamente en dinero, es decir, que actúa ya en <strong>el</strong> mercado como <strong>capital</strong>–<br />

mercancias, veremos que <strong>el</strong> estado que reviste bajo la forma de almacenamiento constituye<br />

una permanencia involuntaria y contraproducente en <strong>el</strong> mercado. Cuanto más rápidamente<br />

se venda, mejor funcionará <strong>el</strong> proceso de reproducción. La permanencia bajo <strong>el</strong> cambio de<br />

forma M' – D' impide <strong>el</strong> cambio real de materia que tiene que operarse en <strong>el</strong> ciclo d<strong>el</strong><br />

<strong>capital</strong>, e impide también su función ulterior de <strong>capital</strong> productivo. Por otra parte, la

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!