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el-capital-ii

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que Marx, sólo que de un modo mucho más breve y más claro, de dónde nace la plusvalía<br />

d<strong>el</strong> <strong>capital</strong>ista" (carta núm. 48, p. 111 ).<br />

Marx no se enteró jamás de estas acusaciones de plagio que se le hacían. En su<br />

ejemplar d<strong>el</strong> libro Der Emanzipationskampf sólo estaban cortadas por la plegadera las<br />

páginas referentes a la Internacional; <strong>el</strong> resto de la obra hube de abrirlo yo mismo después<br />

de su muerte. La revista de Tubinga, ni siquiera llegó a verla. Las Briefe, etc., a R. Meyer<br />

las ignoraba igualmente, y cuando yo paré la atención en <strong>el</strong> pasaje r<strong>el</strong>ativo al "saqueo" fue<br />

ya en <strong>el</strong> año 1884 y gracias al propio señor Dr. Meyer. En cambio, Marx conocía la carta<br />

núm. 48, porque <strong>el</strong> señor Meyer había tenido la gentileza de regalarle <strong>el</strong> original a su hija<br />

menor. Marx, a cuyos oídos habían llegado, indudablemente, algunos rumores misteriosos<br />

acerca de la pretendida fuente secreta de su crítica, es decir, de Rodbertus, me la enseñó<br />

diciéndome que, por fin, esta carta le brindaba un testimonio auténtico acerca de las<br />

pretensiones de Rodbertus; que si no pretendía más, esto a él, a Marx, no le preocupaba<br />

gran cosa, y que no había tampoco inconveniente en dejarle a Rodbertus la satisfacción de<br />

pensar que su exposición era la más breve y la más clara. En realidad, Marx entendía que<br />

con esta carta de Rodbertus quedaba liquidado <strong>el</strong> asunto.<br />

Y tenía perfecta razón para entenderlo así; tanto más cuanto que, según me consta<br />

positivamente, Marx ignoró toda la obra literaria de Rodbertus hasta <strong>el</strong> año 1859<br />

aproximadamente, en que su propia crítica de la economía política estaba ya perfilada, no<br />

sólo en líneas generales, sino incluso en cuanto a sus más importantes pormenores. Marx<br />

comenzó sus estudios económicos en París, en 1843, por los grandes ingleses; de los<br />

alemanes, sólo conocía a Rau y a List, y con <strong>el</strong>los tenía de sobra. Ni Marx ni yo supimos<br />

una palabra de la existencia de Rodbertus hasta que en 1848 nos vimos en la necesidad de<br />

criticar, en la Neue Rheinische Zeitung, sus discursos como diputado renano y sus actos<br />

como ministro. Tan ignorantes estábamos de su persona, que hubimos de preguntar a los<br />

diputados renanos quién era aqu<strong>el</strong> señor Rodbertus que aparecía convertido en ministro de<br />

la noche a la mañana. Pero tampoco <strong>el</strong>los supieron rev<strong>el</strong>arnos nada de sus trabajos<br />

económicos. En cambio, la Misére de la Philosophie, 1847, y las conferencias sobre<br />

Trabajo asalariado y <strong>capital</strong> pronunciadas en Brus<strong>el</strong>as en 1847 y publicadas en 1849 en los<br />

números 264–69 de la Neue Rheinische Zeitung, demuestran que Marx sabía ya<br />

perfectamente, por aqu<strong>el</strong> entonces, sin necesidad de la ayuda de Rodbertus, no sólo de<br />

dónde proviene, sino también cómo "nace la plusvalía d<strong>el</strong> <strong>capital</strong>ista". Fue allá por <strong>el</strong> año<br />

1859 cuando Marx se enteró, por Lassalle, de que existía también un Rodbertus economista<br />

y cuando descubrió en <strong>el</strong> Museo Británico su "Tercera carta social".<br />

Tales son los hechos. Veamos ahora qué hay de cierto en lo tocante a las ideas que<br />

Marx, según se dice, ha "saqueado" a Rodbertus. "En mi tercera carta social –dice<br />

Rodbertus–, he puesto de manifiesto sustancialmente lo mismo que Marx, sólo que de un<br />

modo más breve y más claro, de dónde nace la plusvalía d<strong>el</strong> <strong>capital</strong>ista." El punto cardinal<br />

es, por tanto, la teoría de la plusvalía; y, en realidad, nadie seria capaz de decir qué otra<br />

cosa podría Rodbertus reivindicar de Marx como propiedad suya. Rodbertus se hace<br />

aparecer, pues, aquí como <strong>el</strong> verdadero autor de la teoría de la plusvalía, pretendiendo que<br />

Marx se la ha saqueado.<br />

Pues bien; ¿qué nos dice la tercera carta social [p. 87] respecto al nacimiento de la<br />

plusvalía? Nos dice, sencillamente, que la "renta", término en <strong>el</strong> que <strong>el</strong> autor sintetiza la

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