13.05.2013 Views

el-capital-ii

el-capital-ii

el-capital-ii

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Esta parte d<strong>el</strong> valor–<strong>capital</strong> plasmada en medios de trabajo circula lo mismo que<br />

cualquier otra. Hemos visto, en términos generales, que todo <strong>el</strong> valor–<strong>capital</strong> se halla<br />

constantemente en circulación y que, por tanto, en este sentido, todo <strong>capital</strong> es <strong>capital</strong><br />

circulante. Pero la circulación de esta parte d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> a que aquí nos referimos presenta un<br />

carácter peculiar. En primer lugar, no circula en su forma útil, pues lo que circula es<br />

simplemente su valor, y circula, además, gradualmente, fragmentariamente, a medida que<br />

se va transfiriendo al producto que circula como mercancías. Durante todo <strong>el</strong> tiempo que<br />

funciona, una parte de su valor permanece fijada en él, con existencia independiente frente<br />

a las mercancías que contribuye a producir. Esta característica peculiar da a esta parte d<strong>el</strong><br />

<strong>capital</strong> constante su forma de <strong>capital</strong> fijo. Todos los demás <strong>el</strong>ementos materiales integrantes<br />

d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> desembolsado en <strong>el</strong> proceso de producción forman, por oposición a aquél, <strong>el</strong><br />

<strong>capital</strong> circulante.<br />

Una parte de los medios de producción –la formada por las materias auxiliares<br />

consumidas por los medios de trabajo durante su funcionamiento, como <strong>el</strong> carbón que<br />

consume la máquina de vapor, o que se limitan a apoyar <strong>el</strong> proceso de producción, como <strong>el</strong><br />

gas de alumbrado, etc.– no entran a formar parte materialmente d<strong>el</strong> producto. Lo único que<br />

forma parte d<strong>el</strong> valor d<strong>el</strong> producto es su valor. En su propia circulación circula su valor <strong>el</strong><br />

producto. En esto coinciden los medios de producción a que nos referimos con <strong>el</strong> <strong>capital</strong><br />

fijo. Pero, a diferencia de éstos, son consumidos íntegramente en cada proceso de trabajo en<br />

que entran, debiendo reponerse, por tanto, totalmente y mediante nuevos ejemplares de la<br />

misma clase en cada nuevo proceso de trabajo. No conservan su forma útil independiente<br />

durante su función. Esto quiere decir también que durante su función no queda adherida a<br />

su antigua forma útil, a su forma natural, ninguna parte d<strong>el</strong> valor–<strong>capital</strong>. El hecho de que<br />

esta parte de las materias auxiliares no entre materialmente en <strong>el</strong> producto, sino que sólo<br />

entre en cuanto a su valor, como parte de valor, en <strong>el</strong> valor d<strong>el</strong> producto, y <strong>el</strong> hecho,<br />

r<strong>el</strong>acionado con éste, de que la función de estas materias se halle vinculada a la órbita de la<br />

producción, han llevado a economistas como Ramsay (al mismo tiempo que confunde <strong>el</strong><br />

<strong>capital</strong> fijo y <strong>el</strong> <strong>capital</strong> constante) a incluirlas en la categoría de <strong>capital</strong> fijo.<br />

La parte de los medios de producción que se incorpora al producto, es decir, las<br />

materias primas, etc., adquiere de este modo, parcialmente, formas bajo las cuales puede<br />

entrar más tarde como medio de disfrute en <strong>el</strong> consumo individual. Los verdaderos medios<br />

de trabajo, los factores materiales d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> fijo, sólo se consumen productivamente y no<br />

pueden entrar en <strong>el</strong> consumo individual, puesto que no entran en <strong>el</strong> producto o en <strong>el</strong> valor<br />

de uso, que ambos ayudan a crear, sino que conservan frente a éste su forma independiente<br />

hasta su desgaste total. Una excepción a esto son los medios de transporte. El efecto útil<br />

que éstos crean durante su función productiva, es decir, mientras permanecen en la órbita<br />

de producción, <strong>el</strong> desplazamiento de lugar, entra, asimismo, en <strong>el</strong> consumo individual, por<br />

ejemplo, en <strong>el</strong> d<strong>el</strong> viajero. Este, en tales casos, paga <strong>el</strong> uso, como lo hace tratándose de<br />

otros medios de producción. Hemos visto cómo en la industria química, por ejemplo, se<br />

desdibuja a veces la línea de demarcación entre las materias primas y las materias<br />

auxiliares. Otro tanto acontece con los medios de trabajo, las materias auxiliares y las<br />

materias primas. En la agricultura, por ejemplo, las materias añadidas a la tierra para<br />

mejorarla se incorporan parcialmente a las plantas como factores determinantes d<strong>el</strong><br />

producto. Por otra parte, su efecto se distribuye a lo largo de toda una serie de años, v. gr. 4<br />

6 5, Una parte de <strong>el</strong>las pasa, por tanto, a formar parte material d<strong>el</strong> producto, mientras que<br />

otra plasma también su valor bajo su antigua forma útil. Perdura como medio de

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!