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el-capital-ii

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por parte d<strong>el</strong> comprador, la realización monetaria de su plusvalía (cuando se trate de<br />

mercancías que sean<br />

artículos de consumo) ; o que en<br />

T<br />

D´–M <<br />

Mp<br />

(donde, por tanto, <strong>el</strong> <strong>capital</strong> entra acumulado) sólo sea, para <strong>el</strong> vendedor de Mp, la<br />

reposición de su desembolso de <strong>capital</strong>. Y puede asimismo ocurrir que no entre para nada<br />

en su circulación de <strong>capital</strong>, como sucede cuando deriva hacia su inversión como renta.<br />

Por consiguiente, no son simples entr<strong>el</strong>azamientos de metamorfosis de la circulación de<br />

mercancías, comunes a los actos de la circulación d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> y a los de cualquier otra<br />

circulación de mercancías, los que indican cómo se sustituye mutuamente en <strong>el</strong> proceso<br />

circulatorio –tanto con respecto al <strong>capital</strong> como con respecto a la plusvalía –las distintas<br />

partes integrantes d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> global de la sociedad de los <strong>capital</strong>es individuales no son más<br />

nuestros tantos <strong>el</strong>ementos de funcionamiento independiente; esto requiere otro tipo de<br />

investigación. Hasta ahora, los autores se han contentado con pronunciar a este propósito<br />

algunas frases que, analizadas de cerca, se ve que sólo contienen ideas vagas, basadas<br />

exclusivamente en los entr<strong>el</strong>azamientos de metamorfosis pertenecientes a la circulación de<br />

mercancías en general.<br />

Una de las características más tangibles d<strong>el</strong> proceso cíclico d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> industrial y<br />

también, por tanto, de la producción <strong>capital</strong>ista, es <strong>el</strong> hecho de que, por una parte, los<br />

<strong>el</strong>ementos integrantes d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> productivo proceden d<strong>el</strong> mercado de mercancías,<br />

necesitando renovarse constantemente a base d<strong>el</strong> mismo, comprarse como mercancías,<br />

mientras que, por otra parte, <strong>el</strong> producto d<strong>el</strong> proceso de trabajo sale de él como mercancía<br />

necesitando venderse constantemente, una y otra vez, como tal mercancía. Basta comparar<br />

por ejemplo, a un arrendatario moderno de la Baja Escocia con un pequeño agricultor<br />

continental a la antigua. El primero vende todo lo que produce, por cuya razón tiene que<br />

reponer en <strong>el</strong> mercado todos los <strong>el</strong>ementos para su producción, incluso la simiente; <strong>el</strong><br />

segundo, en cambio, por lo general. consume directamente la mayor parte de su producto,<br />

compra y vende la menor cantidad posible de artículos, fabrica sus aperos, sus vestidos, etc.<br />

Basándose en esto, se han distinguido como tres formas características d<strong>el</strong> movimiento<br />

económico de la producción social la economía natural, la economía pecuniaria y la<br />

economía basada en <strong>el</strong> crédito. Pero a esta división cabe oponer algunos reparos.<br />

En primer lugar, estas tres formas no representan tres fases de desarrollo equiparables<br />

entre sí. La llamada economía de crédito no es, en realidad, más que una forma de la<br />

economía pecuniaria, en cuanto ambas denominaciones expresan funciones o modos de<br />

tráfico entre los mismos productores. En la producción <strong>capital</strong>ista desarrollada, la economía<br />

pecuniaria sólo funciona como base de la economía de crédito. Por consiguiente, la<br />

economía pecuniaria y la de crédito corresponden simplemente a dos fases distintas de<br />

desarrollo de la producción <strong>capital</strong>ista, pero no son, ni mucho menos, formas distintas e<br />

independientes de tráfico que puedan contraponerse a la economía natural. Con la misma<br />

razón podrían oponerse a estas dos formas, como equiparables a <strong>el</strong>las, las diversas<br />

modalidades de la economía natural.<br />

En segundo lugar, las categorías de economía pecuniaria y economía de crédito no<br />

destacan y subrayan como característica distintiva la economía misma, es decir, <strong>el</strong> proceso

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