el-capital-ii
el-capital-ii
el-capital-ii
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
3. Mientras que los otros <strong>capital</strong>istas, prescindiendo de las inversiones en <strong>capital</strong> fijo, retiran más<br />
dinero de la circulación d<strong>el</strong> que lanzan a <strong>el</strong>la mediante la compra de la fuerza de trabajo y de los <strong>el</strong>ementos<br />
d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> circulante, los <strong>capital</strong>istas productores de oro y plata, si se prescinde de la cantidad de metal<br />
precioso que sirve de materia prima, sólo lanzan dinero a la circulación y sólo retiran de <strong>el</strong>la mercancías.<br />
4. Por una parte, es cierto que circulan toda clase de mercancías que no se producen durante <strong>el</strong> año,<br />
tales como fincas, casas etc., y además productos cuyo período de producción dura más de un año ganado,<br />
madera, vino, etc. Con respecto a estos y otros fenómenos, es importante tener presente que aparte de la suma<br />
de dinero necesaria para la circulación inmediata, hay siempre una determinada cantidad que se encuentra en<br />
estado latente, no en funciones, pero dispuesta a entrar en actividad al recibir <strong>el</strong> impulso necesario. El valor<br />
de estos productos circula también, con frecuencia, fragmentaria y gradualmente, como ocurre con <strong>el</strong> valor de<br />
las casas alquiladas por una serie de años.<br />
Por otra parte, no todos los movimientos d<strong>el</strong> proceso de reproducción se efectúan por medio de la<br />
circulación de dinero. Esta no interviene para nada en todo <strong>el</strong> proceso de producción, una vez reunidos los<br />
<strong>el</strong>ementos necesarios. Además, tenemos todo <strong>el</strong> producto que <strong>el</strong> productor vu<strong>el</strong>ve a consumir directamente,<br />
sea de un modo individual o de un modo productivo, incluyendo también <strong>el</strong> sustento natural de los obreros<br />
ocupados en la agricultura.<br />
Por tanto, la masa de dinero que hace circular <strong>el</strong> producto anual existe en la sociedad, se ha ido<br />
acumulando poco a poco. No forma parte d<strong>el</strong> producto de valor d<strong>el</strong> año actual, exceptuando tal vez <strong>el</strong> oro<br />
destinado a reponer las monedas desgastadas.<br />
Partimos en esta exposición d<strong>el</strong> supuesto de la circulación exclusiva de dinero formado por monedas<br />
de oro y plata y dentro de ésta, a su vez, de la forma más simple de la compra–venta al contado; claro está que<br />
aun sobre la base de la simple circulación metálica <strong>el</strong> dinero puede funcionar también, y ha funcionado<br />
históricamente, como medio de pago, habiéndose desarrollado sobre este fundamento un sistema de crédito y<br />
determinados aspectos de su mecanismo.<br />
Este supuesto se establece no sólo por razones metódicas, cuya importancia se rev<strong>el</strong>a ya en <strong>el</strong> hecho<br />
de que tanto Tooke y su escu<strong>el</strong>a como sus adversarios se veían constantemente obligados, en sus<br />
controversias, al tratar de la circulación de los billetes de banco, a remontarse de nuevo a la hipótesis de la<br />
circulación puramente metálica. Se veían obligados a hacerlo post festum, pero lo hacían de un modo muy<br />
superficial, cosa obligada porque <strong>el</strong> punto de partida, expuesto así, sólo desempeña la función de un punto<br />
incidental en <strong>el</strong> análisis.<br />
Pero <strong>el</strong> examen, por superficial que sea, de la circulación de dinero expuesta bajo su forma original<br />
–circulación que constituye aquí un factor importante d<strong>el</strong> proceso anual de reproducción–, rev<strong>el</strong>a lo siguiente:<br />
a) Que, partiendo de la premisa de la producción <strong>capital</strong>ista y, por tanto, d<strong>el</strong> régimen d<strong>el</strong> trabajo<br />
asalariado, <strong>el</strong> <strong>capital</strong>–dinero desempeña, manifiestamente, un pap<strong>el</strong> fundamental, en la medida en que se trata<br />
de la forma bajo la cual se desembolsa <strong>el</strong> <strong>capital</strong> variable. A medida que se desarrolla <strong>el</strong> sistema d<strong>el</strong> trabajo<br />
asalariado, todo <strong>el</strong> producto se va convirtiendo en mercancías y paral<strong>el</strong>amente con <strong>el</strong>lo debe operarse también<br />
necesariamente –con pocas excepciones– la transformación en dinero como una fase de su movimiento. La<br />
masa d<strong>el</strong> dinero circulante tiene que ser suficiente para esta realización de las mercancías y la mayor parte de<br />
esta masa se aporta en forma de salario, es decir, d<strong>el</strong> dinero desembolsado por <strong>el</strong> <strong>capital</strong>ista industrial como<br />
forma–dinero d<strong>el</strong> <strong>capital</strong>–dinero en pago de la fuerza de trabajo y que en manos de los obreros sólo funciona<br />
–en su gran masa– como medio de circulación (medio de compra). Es la antítesis completa de la economía<br />
natural, tal y como predomina a base de todo sistema de vasallaje (incluyendo la servidumbre), y más aún en<br />
las comunidades más o menos primitivas, ya impliquen o no un régimen de vasallaje o de esclavitud.<br />
En <strong>el</strong> sistema esclavista, <strong>el</strong> <strong>capital</strong>–dinero invertido para comprar la fuerza de trabajo desempeña <strong>el</strong><br />
pap<strong>el</strong> propio de la forma–dinero d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> fijo, <strong>el</strong> cual sólo va reponiéndose gradualmente, al expirar <strong>el</strong><br />
período de vida activa d<strong>el</strong> esclavo. Por eso los atenienses consideraban las ganancias obtenidas por un<br />
esclavista, ya fuese directamente, mediante la explotación industrial de sus esclavos, o indirectamente, al<br />
alquilarlos a otro para que los explotasen industrialmente (por ejemplo, en trabajos de minería), como simples<br />
intereses (más la amortización) d<strong>el</strong> <strong>capital</strong>–dinero desembolsado, exactamente lo mismo que en la producción<br />
<strong>capital</strong>ista <strong>el</strong> <strong>capital</strong>ista industrial contabiliza una parte de la plusvalía más <strong>el</strong> desgaste d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> fijo como<br />
intereses y reposición de su <strong>capital</strong> fijo; y así acostumbran a hacerlo también los <strong>capital</strong>istas que alquilan<br />
<strong>capital</strong> fijo (casas, máquinas, etc.). Los simples esclavos domésticos, ya se destinen a la ejecución de<br />
servicios necesarios o a la mera ostentación, como esclavos de lujo, caen fuera de este punto de vista;<br />
corresponden a lo que es hoy la clase de nuestros domésticos. Pero también <strong>el</strong> sistema esclavista –allí donde<br />
constituye la forma predominante de la agricultura, la navegación, etc., como ocurría en los estados más