13.05.2013 Views

el-capital-ii

el-capital-ii

el-capital-ii

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

sentido de que es éste quien actúa como comprador de mercancías y de trabajo, como<br />

vendedor de mercancías y <strong>capital</strong>ista productivo, haciendo posible, por tanto, mediante sus<br />

actos, la realización d<strong>el</strong> ciclo. Si <strong>el</strong> <strong>capital</strong> social experimenta una revolución de valor,<br />

puede ocurrir que su <strong>capital</strong> individual sea afectado por <strong>el</strong>la y sucumba, por no poder hacer<br />

frente a las condiciones de esta conmoción de valor. Cuanto más agudas y frecuentes son<br />

las revoluciones d<strong>el</strong> valor, más se impone la acción automática d<strong>el</strong> valor sustantivado, con<br />

la violencia de un proceso <strong>el</strong>emental de la naturaleza, frente a la previsión y los cálculos d<strong>el</strong><br />

<strong>capital</strong>ista individual, más se supedita <strong>el</strong> curso de la producción normal a la especulación<br />

anormal, mayor es <strong>el</strong> p<strong>el</strong>igro que amenaza la existencia de los <strong>capital</strong>es individuales. Estas<br />

revoluciones periódicas d<strong>el</strong> valor vienen, pues, precisamente a confirmar aqu<strong>el</strong>lo que se<br />

quiere que contradigan, a saber: la sustantivación que adquiere <strong>el</strong> valor en cuanto <strong>capital</strong> y<br />

que se mantiene y agudiza a través de sus movimientos.<br />

Esta sucesión de las metamorfosis d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> en acción implica la comparación<br />

constante de los cambios de magnitud de valor d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> operados en <strong>el</strong> ciclo con su valor<br />

originario. La sustantivación d<strong>el</strong> valor frente a la fuerza creadora de valor, o sea, la fuerza<br />

de trabajo, se inicia con <strong>el</strong> acto D – T (compra de la fuerza de trabajo) y se realiza, como<br />

explotación de la fuerza de trabajo, durante <strong>el</strong> proceso de producción; pero. dicha<br />

sustantivación d<strong>el</strong> valor no reaparece en este ciclo, en que <strong>el</strong> dinero, la mercancía, los<br />

<strong>el</strong>ementos de producción, no son más que otras tantas formas alternativas d<strong>el</strong> valor–<strong>capital</strong><br />

en acción y la magnitud pasada de valor se compara con la actual magnitud modificada d<strong>el</strong><br />

<strong>capital</strong>.<br />

El valor–dice Bailey en contra de la sustantivación d<strong>el</strong> valor que caracteriza <strong>el</strong> régimen<br />

<strong>capital</strong>ista de producción y que éste trata como obra de la ilusión de ciertos economistas––<br />

es una r<strong>el</strong>ación entre mercancías existentes al mismo tiempo, pues sólo éstas pueden<br />

cambiarse entre sí.” Esto lo dice Bailey como argumento contra la posibilidad de comparar<br />

los valores de las mercancías en distintas épocas, comparación que, fijando <strong>el</strong> valor d<strong>el</strong><br />

dinero de una vez para cada época, sólo representa una comparación entre la inversión de<br />

trabajo necesaria en unas épocas y otras para producir la misma clase de mercancías. Esto<br />

responde a su confusión general según la cual valor de cambio = valor, es decir, según la<br />

cual la forma d<strong>el</strong> valor es <strong>el</strong> valor mismo; según esto, los valores de las mercancías dejarán<br />

de ser comparables entro sí tan pronto como dejen de funcionar activamente como valores<br />

de cambio, es decir, en cuanto no sean realmente cambiables entre <strong>el</strong>. Bailey no sospecha,<br />

pues, ni remotamente que <strong>el</strong> valor sólo funciona como valor–<strong>capital</strong> o como <strong>capital</strong><br />

mientras en las distintas fases de su ciclo, que no son en modo alguno simultáneas, sino<br />

sucesivas, permanezca idéntico a si mismo y pueda compararse consigo mismo.<br />

Para mantener en su pureza la fórmula d<strong>el</strong> ciclo, no basta suponer que las mercancías se<br />

venden por su valor, sino que hay que partir, además, de la premisa de que las demás<br />

circunstancias en que esto ocurre permanecen invariables. Tomemos por ejemplo, la<br />

fórmula P... P, prescindiendo de todas las revoluciones técnicas que pueden operarse dentro<br />

de d<strong>el</strong> proceso de producción y que pueden depreciar <strong>el</strong> <strong>capital</strong> productivo de un<br />

determinado <strong>capital</strong>ista, prescindiendo igualmente de la posible repercusión de un cambio<br />

de los <strong>el</strong>ementos de valor d<strong>el</strong> <strong>capital</strong> productivo sobre <strong>el</strong> valor d<strong>el</strong> <strong>capital</strong>–mercancías<br />

existente, que puede aumentar o disminuir cuando exista una reserva de él. Supongamos<br />

que M', las 10,000 libras de hilado, se venden por su valor de 500 libras esterlinas: 8.440<br />

libras = 422 libras esterlinas reponen <strong>el</strong> valor–<strong>capital</strong> contenido en M'. Pero si sube <strong>el</strong> valor<br />

d<strong>el</strong> algodón, <strong>el</strong> d<strong>el</strong> carbón, etc. (puesto que aquí prescindimos de las simples oscilaciones

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!