Cosmovisión mEsoAmERiCAnA - Universidad Mesoamericana
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con que abrían la víctima se conocía como la mano de Tojil. Ese<br />
dios podía tomar en sus fiestas la imagen de una enorme navaja<br />
sacrificadora, de lo que tenemos varias ilustraciones. 100<br />
En su época, Las Casas había buscado huellas del<br />
cristianismo en la religión mesoamericana y anotó algunos<br />
ejemplos en su Apologética Historia Sumaria. Fueron<br />
respectivamente copiados por Román en su República de los<br />
Indios, y luego por Ximénez en su Historia de la Provincia. De<br />
vez en cuando, Ximénez los enriquece con observaciones suyas,<br />
como es el caso de la Trinidad, cuyo misterio, según Las Casas,<br />
ya conocían los mayas de Yucatán. Ximénez agregó:<br />
estos nombres de las tres divinas personas es en lengua<br />
yucateca; que en éstas como se ha dicho en sus Historias,<br />
el Padre se llama huracán nimacaculha, el Hijo<br />
chipicaculha, el Espíritu Santo raxacaculha. 101<br />
Ximénez encontró su propia Trinidad en el Popol Vuh [Popol<br />
Wuj], en los títulos asociados con el dios creador Huracán<br />
[Juraqan], 102 que estaba asociado con el trueno y el relámpago.<br />
En el texto quiché [k’iche’] lo llaman también Caculhá<br />
[K’aqolja] (Rayo), Chipi-Caculhá [Chipi-k’aqolja] (Rayo<br />
menor) y Raxa-Caculhá [Raxa-k’aqolja] (Rayo repentino). 103<br />
Nima-k’aqolja (Rayo mayor) es una invención de Ximénez y no<br />
aparece en el Popol Vuh [Popol Wuj].<br />
Pero había un problema que Ximénez debía aclarar. si los<br />
pueblos mesoamericanos tenían conocimiento de la Biblia,<br />
¿por qué su religión resultó tan corrupta? su explicación es que<br />
satanás también pasó al otro lado del mar para realizar su<br />
trabajo:<br />
Y lo que yo he llegado a pensar en este caso es [...] que<br />
previniendo el demonio que había de llegar a estas partes<br />
la predicación del santo evangelio, les misturó entre todos<br />
aquellos misterios de las mentiras y marañas que allí<br />
estan revueltas con los nombres de aquellas personas que<br />
allí introduce de hunahpu y xbalanque. 104<br />
Hemos visto cómo para Ximénez la semejanza entre el Popol<br />
Vuh [Popol Wuj] y la Biblia se originó en la descendencia bíblica<br />
del pueblo quiché [k’iche’]. Hoy en día hay todavía gente que<br />
opina que, por parecerse tanto el Popol Vuh [Popol Wuj] con la<br />
vii - FRaY FRanCiSCo xiMénez, del POPOL VuH al QUiChé-CentRiSMo<br />
Biblia, debe haber sido escrito por un religioso español.<br />
Partidarios de tal opinión deben remitirse al estudio de la<br />
antropología de religiones. La creación del cielo y del mundo, la<br />
existencia de seres primordiales de otras eras, cataclismos al fin<br />
de estas eras, el axis mundi en forma de un árbol cósmico,<br />
inmaculadas concepciones, migraciones desde lugares míticos y<br />
lejanos, dioses personificando la siembra cotidiana que tiene<br />
que morir para que crezca el cultivo, todos son temas universales<br />
que vuelven a aparecer en cada religión. Aunque es interesante<br />
contemplar por qué la humanidad recurre a los mismos<br />
conceptos para organizar su cosmovisión, es peligroso y<br />
aventurado utilizarlo como argumento de que había contactos<br />
tempranos entre pueblos o, en nuestro caso, que el Popol Vuh<br />
[Popol Wuj] fue confeccionado por un español. Ximénez no lo<br />
pudo saber en su época, el investigador moderno tiene mejores<br />
conocimientos. no implica, por supuesto, que los autores<br />
indígenas que construyeron los primeros textos alfabéticos, y<br />
que habían recibido clases de los dominicos y franciscanos, no<br />
hubieran podido acentuar las correspondencias entre la<br />
cosmovisión mesoamericana y cristiana.<br />
K’icHe’, idioMa deL paraíso<br />
según Ximénez, los quichés [k’iche’s] eran descendientes de las<br />
tribus de israel, es decir, de Adán y Abraham. Dentro del mismo<br />
contexto hay que colocar su convicción de que la lengua quiché<br />
[k’iche’] era la que Adán hablaba en el paraíso. Ximénez tuvo<br />
tanta admiración por el quiché [k’iche’], que en sus trabajos<br />
lingüísticos llegó hasta sus raíces más básicas, de vocales y<br />
consonantes: v–Cv–CvC. En la Historia de la Provincia<br />
argumentó por qué el quiché [k’iche’] debía haber sido la<br />
lengua del paraíso:<br />
Esta lengua, según dicta la razón y casi nos lo persuade la<br />
fe, había de ser la más perfecta y propia, porque siendo<br />
para explicar los conceptos y las naturalezas de las cosas<br />
ya se deja entender que había de ser la más propia y<br />
natural para que Adán le pusiese el nombre a todas las<br />
cosas y animales como se los puso y según sus<br />
propiedades. 105<br />
100 Van Akkeren, 2000a: 176-184; 2003a: 46-48.<br />
101 Ximénez, 1999-I: 116.<br />
102 Otro nombre de aquel dios era Uk’ux Kaj o Corazón del Cielo.<br />
103 Se deriva el término del verbo para “tirar”, k’aqonik. Leemos en el Diccionario Cakchiquel [kaqchikel] de Coto: rayo q[ue]<br />
cae del çielo: Cokola hay. Suelen decir: ru qhipil cokola hay tan t’eq,am pan vleu, que [significa] el hijo pequeñito del rrayo<br />
reloza en la tierra (Coto, 1983: 461).<br />
104 Ximénez, 1999-I: 118.<br />
105 Ximénez, 1999-I: 125.<br />
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