25.04.2013 Views

Cosmovisión mEsoAmERiCAnA - Universidad Mesoamericana

Cosmovisión mEsoAmERiCAnA - Universidad Mesoamericana

Cosmovisión mEsoAmERiCAnA - Universidad Mesoamericana

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

228<br />

eRneSto vaRgaS PaCheCo<br />

no sin antes haber pasado los ríos, lagunas y pantanos de Tabasco<br />

y Campeche. Durante ese viaje, en itzamkanac, la gran capital de<br />

los chontales, a orillas del río Candelaria, sacrificó al último<br />

Tlatoani de los mexicas, Cuauhtémoc, e inmediatamente pasó a<br />

territorio cehaché. De allí se trasladó a la región que estaba<br />

dominada por los itzaes, cuya capital era Tayasal (ilustración 86),<br />

situada en la isla de Flores en medio del Lago Petén itzá.<br />

Cortés fue el primer español que visitó a los itzaes. Canek, su<br />

soberano, lo recibió muy bien. Allí obtuvo información sobre<br />

Cristóbal de olid, quien lo había traicionado y originado esa gran<br />

aventura que quedó registrada en su Quinta Carta. 11 También<br />

en dicha ciudad abandonó un caballo herido y enfermo que<br />

posteriormente será recordado por los que visitaban Petén itzá.<br />

Al respecto, López de Cogolludo 12 escribió:<br />

En medio de uno de ellos había un gran ídolo de figura de<br />

caballo, hecho de cal y canto. Estaba sentado en el suelo<br />

del templo sobre las ancas, encorvado los pies y levantado<br />

sobre las manos. Adorábanlo por Dios de los truenos,<br />

llamándole Tzimin Chac, que quiere decir caballo del<br />

trueno o rayo. La causa de tener este ídolo fue que como<br />

ya noté en el primer libro de estos escritos, cuando pasó D.<br />

Hernando Cortés por aquella tierra para el viaje de<br />

Honduras, le dejó un caballo que no pudo caminar<br />

adelante. Murióseles, y por temor de no poderle entregar<br />

vivo, si acaso volvía por allí y se le pedía, le hicieron<br />

aquella estatua, y comenzaron a tenerla con veneración<br />

para que por esto coligiese no haber sido culpables en la<br />

muerte del caballo.<br />

El Padre Fuensalida describió la destrucción del ídolo hecha<br />

por su compañero el Padre Fray Juan de orbita:<br />

y que revestido de un fervoroso celo de la honra de Dios,<br />

cogiendo una piedra en la mano, subió sobre la estatua<br />

del caballo, y le hizo pedazos, desparramándolos por<br />

aquel suelo. Los indios que iban en su compañía, y eran<br />

muchos, viendo quebrantar su ídolo tan estimado de<br />

ellos, levantaron gran grita y vocerío, diciendo unos a<br />

otros: Matadlos, que han muerto a nuestro Dios: mueran<br />

en recompensa de la injuria que le han hecho.<br />

Esto sucedió en 1618, cuando los dos frailes habían salido<br />

de mérida (Yucatán) y llegado a Petén itzá. Fray Andrés de<br />

11 Cortés, 1971.<br />

12 López de Cogolludo, 1955-III: libro Noveno, 48-49.<br />

13 Bricker, 1989: 48.<br />

14 López de Cogolludo, 1955.<br />

15 Villagutierre Soto-Mayor, 1933: 68.<br />

16 López de Cogolludo, 1955-III: 27-29.<br />

Avendaño no pudo visitar el templo, pero describió que en 1696<br />

se conservaba todavía un hueso del caballo al que se le adoraba.<br />

También es interesante recordar que al Padre Juan de orbita casi<br />

lo lincharon en el Tipú, porque se le reconoció como el fraile<br />

que había destruido al caballo.<br />

Después de la visita de Cortés realizada en 1525, al parecer<br />

no hubo otros contactos con los itzaes hasta 1614, es decir, casi<br />

un siglo después, cuando los señores de Tayasal enviaron una<br />

embajada a mérida (Yucatán), supuestamente en cumplimiento<br />

de la profecía según la cual había llegado el tiempo en que los<br />

itzaes debían regresar a la parte septentrional de la península. 13<br />

sobre el particular López de Cogolludo 14 escribió:<br />

Los indígenas itzaes [...] llegaron en tiempos de este<br />

gobernador [Antonio de Figueroa] a la ciudad de Mérida,<br />

diciendo que lo hacían para jurar obediencia al rey, y el<br />

gobernador en nombre del soberano español les entregó<br />

varas de alcaldes y nombró un consejo, luego de lo cual<br />

volvieron a su tierra, en el entendimiento de que eran<br />

súbditos voluntarios; pero luego resultó ser una mentira.<br />

villagutierre soto-mayor 15 comentó que los indígenas<br />

enviaron esa misión en forma pacífica, pero los españoles<br />

astutamente tergiversaron el acto y lo tomaron como un acto de<br />

rebelión, ya que juzgaron mentira la promesa de sumisión al rey<br />

español, lo que equivalía a un engaño o un acto de mala fe que<br />

no debía de quedar impune. Por tal motivo tomaron dicha<br />

embajada como pretexto para iniciar la guerra contra los itzaes.<br />

En 1618 se determinó que los Padres Bartolomé de<br />

Fuensalida y Juan de orbita, grandes conocedores de los idiomas<br />

de estos indios, fuesen a aquel santo ministerio. salieron de<br />

mérida y pasaron al convento de Tikax; llegaron a un pueblo<br />

distante cinco leguas, llamado Calotmul, administración del<br />

beneficio eclesiástico de Peto. Desde allí atravesaron la pequeña<br />

sierra y llegaron a un pueblo de nombre Chunhuhub, después a<br />

otro de nombre Pacha, y de allí a Xochá hasta llegar a la villa de<br />

salamanca de Bakhalal. Después de algunos días, se embarcaron<br />

por la laguna, atravesaron varios ríos hasta salir al mar, pasaron<br />

por Chetumal, para ese entonces casi despoblado, siguieron la<br />

travesía hasta llegar a Lamanay o Lamayná y por tierra caminaron<br />

12 leguas para llegar al río y después al pueblo de Tipú, desde<br />

donde enviaron una embajada a Canek, señor de los itzaes. 16

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!