Cosmovisión mEsoAmERiCAnA - Universidad Mesoamericana
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202<br />
RUUd van akkeRen<br />
de los Amac [Amaq’]; formaba la frontera de la provincia de los<br />
Amac [Amaq’]. Tengo la impresión que los autores del Popol<br />
Vuh [Popol Wuj] los llaman Amac [Amaq’] porque tenían sus<br />
ciudades en lugares abiertos como los planos y valles, es decir, el<br />
patrón de asentamiento de las ciudades clásicas (y aún<br />
preclásicas), a cambio de las ciudades fortificadas postclásicas<br />
en cimas de cerros o rodeadas por barrancas, lugares escogidos<br />
por los quichés [k’iche’s]. Hoy en día se utiliza la palabra amac<br />
[amaq’] para “pueblo” y hasta “nación”, lo que no corresponde<br />
con la traducción de Ximénez de “aldea”.<br />
De todas maneras, como ya lo dijimos, Ximénez admiró la<br />
estructura política maya, es decir, la de los señores supremos<br />
reinando junto con el Consejo de los principales de los linajes.<br />
Para él era el justo medio entre la monarquía y la república:<br />
El gobierno que acá estos indios tuvieron y tienen, según<br />
alcanza mi corto entender, fue el más acertado y mejor<br />
que puede haber porque aunque fue monárquico no lo fue<br />
puro, por lo cual se libraron de muchos inconvenientes<br />
que suele acarrear este género de gobierno [...] El gobierno<br />
que tenían era éste; había un rey supremo del reino que se<br />
sucedía de padres a hijos, como está dicho, y aunque no<br />
era tan absoluto, se le guardaba tanto decoro y respeto que<br />
lo tenían cuasi por deidad. Este tenía los 24 señores que se<br />
han dicho que eran los grandes del reino, con estos<br />
consultaba y confería todas las cosas, chicas o grandes, y<br />
con el parecer de la mayor parte se ejecutaba. Estos<br />
veinticuatro señores, como tenían repartidos en sí todo el<br />
reino, cada uno era señor de una parte de él: a quien<br />
conocían como a tal todos los pueblos de su distrito. A estos<br />
acudían todos los señores de cada pueblo que cada uno<br />
tenía su cacique y éste era como cabeza de aquel pueblo;<br />
pero no era tan absoluto que para todo lo que se había de<br />
hacer y ordenar, según los señores grandes mandaban, lo<br />
pudiesen ejecutar por sí, sino que éste juntaba las cabezas<br />
de las familias a quienes daba cuento de todo y con<br />
acuerdo de todos se ejecutaba. Si eran tributos, estas<br />
cabezas de familias juntaba cada uno lo que le tocaba y<br />
junto con lo que a los demás tocaba, lo llevaba a aquel<br />
cacique principal; y éste con su señor grande al rey, y en<br />
todo había su cuenta y razón. Por este orden si había pleito<br />
con alguno, o alguno delinquía en algo, se llamaba la<br />
cabeza del chinamital a quien tocaba y este era su<br />
defensor para que no padeciese agravio ningún inferior,<br />
de suerte que, por muy desvalido y pobre que fuese el<br />
indio, tenía tanta defensa como el más poderoso y rico. 117<br />
Por su amplia experiencia con los pueblos indígenas de su<br />
época, Ximénez se percató que las comunidades seguían<br />
estructuradas de la misma manera. Unas de las funciones que<br />
los chinamitales mantuvieron era la aplicación de justicia. 118<br />
Fue otro de los aspectos apreciados por Ximénez:<br />
A este mismo modo se gobiernan el día de hoy, porque<br />
aunque tienen alcaldes por su magestad y gobernadores<br />
en muchas partes, en habiendo queja contra alguno, que<br />
ha delinquido, se llaman las cabezas de sus chinamitales;<br />
y allí delante de ellos se sigue la probanza contra el reo,<br />
todo verbalmente, y vista la justificación del caso se<br />
procede a la ejecución del castigo, sin más escritos, ni<br />
autos ni más enredos de escribanos y procuradores, con<br />
que son castigados los delitos y no se destruyen las<br />
partes. 119<br />
Aunque los castigos eran de vez en cuando duros, 120 al final<br />
Ximénez pensó que, comparado con el español, el sistema de<br />
justicia a través de los chinamitales era más directo y justo: y en<br />
todo esto son magnánimos y son afrenta de los españoles. 121<br />
Historia preHispánica de Los Mayas<br />
de guateMaLa<br />
Después de haber terminado la traducción del Popol Vuh [Popol<br />
Wuj], Ximénez comenzó a redactar sus comentarios sobre varios<br />
temas prehispánicos, como la historia y la escritura, el sistema<br />
político-social, la religión, los sacrificios humanos, etc. inició<br />
aquella parte con una declaración sobre el papel del historiador:<br />
Porque el principal cuidado del que escribe historias, debe<br />
ser el atender a la verdad de lo que se refiere, sin<br />
117 Ximénez, 1999-I: 158.<br />
118 Ximénez, 1999-I: 147.<br />
119 Ximénez, 1999-I: 158.<br />
120 Por ejemplo, cuando eran acusados de adulterio y si lo negaban, le daban fuertes tormentos, como experimentó el mismo<br />
Ximénez (1999-I: 151): los tormentos que daban, y hoy también los usan –como yo lo he visto- es colgar al paciente de las<br />
manos en una viga y que quede suspenso en el aire; y de este modo desnudo, le van untandos con las hojas de la ortiga<br />
o chichicaste que es un dolor rabioso. Después le dan algunos azotes muy crueles y vuelven con la ortiga; y de este modo<br />
van alternando: es tan cruel tormento que están a punto de morir en él –como lo he visto- siendo necesario darle luego la<br />
extremaunción.<br />
121 Ximénez, 1999-I: 152.