08.06.2013 Views

MEMORIAS DE LA ACADEMIA MEXICANA DE LA LENGUA

MEMORIAS DE LA ACADEMIA MEXICANA DE LA LENGUA

MEMORIAS DE LA ACADEMIA MEXICANA DE LA LENGUA

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

120<br />

margo glantz<br />

Esto significa que cuando se lee a Bernal –o a otros cronistas españoles–<br />

hay que buscar operaciones de pensamiento más complejas<br />

que la constante verificación de categorías antitéticas. El cuerpo viril,<br />

el cuerpo del guerrero –figura épica por antonomasia–, está sujeto a<br />

operaciones de pensamiento, a construcciones textuales. Los cuerpos<br />

varoniles ocupan un lugar singular en el relato, dan cuenta de su heroísmo<br />

y agigantan su presencia; se realza así la valentía de un puñado de<br />

hombres, una valentía que les permite vencer a cantidades innumerables<br />

de soldados también heroicos. Cada cuerpo varonil vale su peso en oro<br />

y se diferencia de los demás por su propia singularidad específica.<br />

Para recobrar el cuerpo de la mujer –y en este caso específico, el<br />

de doña Marina–, para dar sentido al silencio observado en el texto<br />

sobre este tema o, más bien, sobre lo que la mujer significa en ese<br />

universo guerrero –intrínsecamente masculino–, tendré que acudir a<br />

un subterfugio: analizaré las secuencias recurrentes en el discurso de<br />

Bernal donde se delinea un cuerpo individual masculino. Inicio este<br />

esbozo con el cuerpo de Jerónimo de Aguilar, impecablemente descrito<br />

por Bernal: Cortés ha oído que en Yucatán hay hombres barbados –por<br />

tanto españoles– y trata de rescatarlos. Después de algunos incidentes,<br />

aparece Aguilar con seis indios de Cozumel:<br />

y el Andrés de Tapia, como los vio que eran indios (porque el Aguilar<br />

ni más ni menos era que indio), luego envió a decir a Cortés con un<br />

español que siete indios de Cozumel eran los que allí llegaron en la<br />

canoa […] y luego se vino el Tapia con el español donde estaba Cortés;<br />

e antes que llegasen […] ciertos españoles preguntaban al Tapia qué<br />

es del español, aunque iba allí junto con él, porque le tenían por indio<br />

propio, porque de suyo era moreno e tresquilado a manera de indio<br />

esclavo, e traía un remo al hombro e una cotara vieja calzada y la otra<br />

en la cinta, e una manta vieja muy ruin e un braguero peor, con que<br />

cubría sus vergüenzas, e traía atado en la manta un bulto, que eran Horas<br />

muy viejas. Pues desque Cortés lo vio de aquella manera, también picó<br />

como los demás soldados y preguntó al Tapia que qué era del español.<br />

Y el español como lo entendió se puso en cuclillas, como hacen los<br />

indios, e dijo: “Yo soy.” Y luego le mandó dar de vestir camisa e jubón,<br />

e zaragüelles, e caperuza, e alpargates, que otros vestidos no había, y le

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!