08.06.2013 Views

MEMORIAS DE LA ACADEMIA MEXICANA DE LA LENGUA

MEMORIAS DE LA ACADEMIA MEXICANA DE LA LENGUA

MEMORIAS DE LA ACADEMIA MEXICANA DE LA LENGUA

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

88<br />

salvador díaz cíntora<br />

Otras disposiciones del mencionado Sínodo de Guadix sujetaban,<br />

en cierto modo, a los moriscos a un verdadero espionaje: el viernes,<br />

por ejemplo, que se llama en árabe al-gum‘a, ‘la reunión’, por ser el<br />

día en que la comunidad musulmana se congrega para orar, “debían<br />

permanecer abiertas las casas de los moriscos para tener facilidad de ver<br />

si vivían cristianamente”. 21 Esta situación, añadida a la prohibición de<br />

la lengua árabe, de la que abajo hablaremos un poco más, llegó a ser<br />

insoportable unos quince años después del sínodo. El alzamiento del<br />

Albaicín, la noche de Navidad de 1568, hallaba al Rey Prudente de<br />

un humor de los mil diablos, 22 aunque nunca lo tuvo particularmente<br />

bueno. La muerte de don Carlos, si de verdad fue él quien murió meses<br />

antes, justo la víspera de Santiago Matamoros, tal vez no le afectó<br />

tanto, pero la de su joven reina, doña Isabel de Valois, el domingo<br />

3 de octubre, acabó de dar al traste con el talante del rey. La represión,<br />

desde luego, fue terrible, y las condiciones de vida de los moriscos, a<br />

partir de entonces, peores que nunca.<br />

Todo esto tenía que resultar, inevitablemente, en una paulatina<br />

emigración, en que los moriscos abandonaran la Península conforme<br />

cada cual podía hacerlo, y no necesariamente solos, aun cuando se les<br />

había prohibido “incluso tener esclavos, de los que, en su caso, podían<br />

recibir doctrina [musulmana], pues eran en su mayoría berberiscos”. 23<br />

Así las cosas, lo mejor era liberarlos y dejar que se fueran, o irse con<br />

ellos, antes de que se los expropiaran a tenor de la prohibición.<br />

De que llegaron negros berberiscos a México tenemos prueba desde<br />

época muy temprana, por ejemplo, en los Naufragios de Cabeza de Vaca<br />

(1542), en cuyas dos últimas líneas leemos: “Estevanico es negro alárabe,<br />

natural de Azamor”, 24 un pueblecito ubicado al sudoeste y no muy lejos<br />

de Casablanca, en la desembocadura del río Oum-al-Rebia. Negro alárabe,<br />

pues, es decir, islamizado; y si de Marruecos nos lanzamos al otro extre-<br />

21 A. Garrido Aranda, op. cit., p. 96.<br />

22 Cfr. M. A. Ladero Quesada, op. cit., p. 310.<br />

23 Ibid., p. 309.<br />

24 Álvar Núñez Cabeza de Vaca, Naufragios, ed., introd. y notas de Trinidad Barrera, Madrid,<br />

Alianza Editorial (El Libro de Bolsillo. Sección Clásicos), 1985, p. 173.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!