EDUCACIÓN EN VALORES A TRAVÉS DE LA EDUCACIÓN FÍSICA Y EL DEPORTE

Virginia Posadas Kalman
3.- IMPLICACIONES DIDÁCTICAS
Como final de este trabajo de investigación queremos incluir algunas
consideraciones de tipo didáctico que podrían servir para que los agentes de
socialización implicados en el proceso de diseño, ejecución y evaluación de las
actividades extraescolares, mejorasen sus actuaciones.
Los padres y madres a la hora de inscribir a sus hijos/as en una
actividad extraescolar, tienen que saber que crecer en valores y virtudes
es un objetivo presente para todos. No todos parten del mismo nivel.
Para educar en valores hay que tener presente que: saber en que
consiste educar, saber que son los valores, conocer las características
de los niños a estas edades y contar con los demás agentes de
socialización.
El ocio hoy es omnipresente; está en todas partes, y los niños y niñas
tienen mucho tiempo para disfrutar de él. Por otra parte, los padres y
madres, en términos generales, están bastante ocupados con el
extendido doble sueldo y con dificultades para atender el amplio tiempo
libre de sus hijos. El peligro está en que el tiempo libre se llene sin orden
de las más variadas posibilidades de ocio: desde las pantallas de la
televisión, la consola, el ordenador y el móvil, el cine, hasta los discos,
las compras, y costumbres menos positivas. Muchos padres no saben
qué hacer y delegan en otras manos, sin pensar en las consecuencias a
corto y largo plazo. Hay que procurar que este tiempo no sea sólo de
consumo, sino también de formación, de educación, de humanización.
Hoy educar a los hijos es un reto que llena de satisfacción a los padres,
que descubren la tarea tan fundamental que tienen entre manos y
sienten el gozo de ver crecer a sus hijos de una forma cabal. Para
educar a los hijos se deben hacer los sacrificios que sean necesarios:
los padres deben procurar acudir a las reuniones del colegio, consultar
al tutor, formarse con la lectura de libros sobre educación de los hijos y
en el menor de los casos, acudir a alguna escuela de padres. Los
padres aprenden, charlan se conocen, se transmiten experiencias, y se
dan cuenta de que la educación y formación de los hijos es siempre
posible, y que puede ser muy alentadora y no tan complicada como
pensaban.
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