09.05.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

DOUGLAS PRESTON & LINCOLN CHILD EL RELICARIO<br />

—¿Los mandras? —repitió Pen<strong>de</strong>rgast, frunciendo el entrecejo.<br />

Mephisto volvió a lanzarle una mirada recelosa.<br />

—¿No has oído hablar <strong>de</strong> los mandras? —Soltó una carcajada <strong>de</strong> burla—. Deberías<br />

salir a estirar las piernas un poco más, alcal<strong>de</strong> Whitey, darte algún que otro paseo por<br />

estos barrios. Los mandras viven <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> nosotros. Nunca suben; no utilizan ninguna<br />

clase <strong>de</strong> luces. Como las salamandras. Versteht? Nos dijeron que había indicios <strong>de</strong><br />

actividad <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> ellos. —Redujo el volumen <strong>de</strong> voz a un susurro—. Nos dijeron que la<br />

Buhardilla <strong>de</strong>l Diablo había sido colonizada.<br />

D'Agosta dirigió una mirada inquisitiva a Pen<strong>de</strong>rgast. Pero el agente <strong>de</strong>l FBI se limitó<br />

a asentir y, como para sí, dijo:<br />

—El nivel más bajo <strong>de</strong> la ciudad.<br />

—El más bajo —remarcó Mephisto.<br />

—¿Has estado allí? —preguntó Pen<strong>de</strong>rgast como <strong>de</strong> pasada.<br />

Mephisto lo miró como dando a enten<strong>de</strong>r que ni siquiera él estaba tan loco.<br />

—Pero ¿crees que esa gente es la responsable <strong>de</strong> los asesinatos?<br />

—No lo creo. Lo sé. Están <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> nosotros en este mismo momento. —Mephisto<br />

esbozó una fatalista sonrisa—. Pero dudo que la palabra «gente» sea muy exacta.<br />

—¿Qué quieres <strong>de</strong>cir? —dijo Pen<strong>de</strong>rgast, ya sin disimular su interés.<br />

—Rumores —susurró Mephisto—. Dicen que los llaman «rugosos» por una razón.<br />

—¿Qué razón?<br />

Mephisto no contestó.<br />

Pen<strong>de</strong>rgast se echó hacia atrás.<br />

—¿Y qué po<strong>de</strong>mos hacer?<br />

—¿Qué po<strong>de</strong>mos hacer? —La sonrisa <strong>de</strong>sapareció <strong>de</strong>l rostro <strong>de</strong> Mephisto—.<br />

Po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>spertar a esta ciudad, eso es lo que po<strong>de</strong>mos hacer. Demostrarles que no sólo<br />

los topos, la gente invisible, morirán.<br />

—Y si lo conseguimos, ¿qué pue<strong>de</strong> hacer la ciudad respecto a los rugosos?<br />

Mephisto pensó por un momento.<br />

—Lo que haría con cualquier plaga. Erradicarlos.<br />

—Eso es más fácil <strong>de</strong>cirlo que hacerlo.<br />

Mephisto posó en el agente <strong>de</strong>l FBI su mirada dura y brillante.<br />

—¿Tienes una i<strong>de</strong>a mejor, Whitey?<br />

Pen<strong>de</strong>rgast guardó silencio por un instante.<br />

—Todavía no —respondió por fin.<br />

24<br />

Robert Willson, bibliotecario <strong>de</strong> la Sociedad <strong>de</strong> Historia <strong>de</strong> Nueva York, miró irritado<br />

al otro ocupante <strong>de</strong> la sala <strong>de</strong> cartografía. Era un individuo extraño: lúgubre traje negro,<br />

ojos claros <strong>de</strong> gato, cabello rubio casi blanco austeramente peinado hacia atrás. Y molesto.<br />

Molesto como pocos. Llevaba allí toda la tar<strong>de</strong>, pidiendo y <strong>de</strong>sechando mapas sin cesar.<br />

Cada vez que Willson se sentaba ante su or<strong>de</strong>nador para seguir trabajando en su proyecto<br />

favorito —la monografía <strong>de</strong>finitiva sobre los fetiches <strong>de</strong> los indios zuñi—, aquel hombre se<br />

levantaba a preguntar algo.<br />

Como si le hubiese leído el pensamiento, el hombre se puso en pie y se encaminó<br />

103

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!