09.05.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

DOUGLAS PRESTON & LINCOLN CHILD EL RELICARIO<br />

Con sumo cuidado, recogió mediante una pequeña espátula metálica una muestra<br />

<strong>de</strong>l organismo unicelular e impregnó con ella una laminilla <strong>de</strong> cristal. A continuación<br />

colocó la laminilla en el portaobjetos <strong>de</strong>l microscopio, ajustó el objetivo y se apartó para<br />

que D'Agosta echase un vistazo.<br />

En un primer momento D'Agosta no vio nada. Luego distinguió claramente, contra el<br />

fondo reticulado, numerosas formas redondas que agitaban sus cilios con furia.<br />

—¿No ha dicho que eran dóciles? —preguntó D'Agosta sin retirarse <strong>de</strong>l visor.<br />

—Normalmente lo son.<br />

De pronto D'Agosta advirtió que sus frenéticos movimientos no eran en absoluto<br />

fortuitos. Las diminutas criaturas se atacaban mutuamente, rasgándose las membranas<br />

externas y penetrando en las brechas abiertas.<br />

—También ha dicho que comían plancton.<br />

—Por lo general, sí —respondió Margo—. Escalofriante, ¿no?<br />

—Sí, ésa es la palabra —convino D'Agosta, y se apartó <strong>de</strong>l microscopio, sorprendido<br />

por la sensación <strong>de</strong> inquietud que le había causado la ferocidad <strong>de</strong> aquellas minúsculas<br />

criaturas.<br />

—Suponía que le interesaría verlo. —Margo se aproximó <strong>de</strong> nuevo al microscopio y<br />

echó otra ojeada—. Porque si planean… —Se interrumpió <strong>de</strong> pronto, quedándose inmóvil,<br />

como adherida al microscopio.<br />

—¿Qué ocurre? —preguntó D'Agosta.<br />

Margo tardó más <strong>de</strong> un minuto en contestar.<br />

—Es extraño —murmuró por fin. Se volvió hacia su ayudante—. Jen, ¿pue<strong>de</strong>s teñir<br />

parte <strong>de</strong> la muestra con eosina? Y necesito también un trazador radiactivo para averiguar<br />

cuáles son los miembros originales <strong>de</strong> la colonia.<br />

Indicándole a D'Agosta que esperase, Margo preparó el trazador con su ayudante y<br />

colocó la colonia <strong>de</strong> nuevo bajo el estereomicroscopio. Permaneció con la vista fija en el<br />

visor durante lo que a D'Agosta se le antojó una eternidad. Finalmente se irguió, garabateó<br />

unas ecuaciones en su cua<strong>de</strong>rno y volvió a mirar por el microscopio. D'Agosta oyó que<br />

calculaba algo en susurros.<br />

—Estos protozoos —explicó al cabo <strong>de</strong> un rato— tienen una vida media <strong>de</strong> dieciséis<br />

horas. Llevan aquí treinta y seis. El B. meresgerii, incubado a treinta y siete grados se divi<strong>de</strong><br />

una vez cada ocho horas. Así que —concluyó, señalando una ecuación diferencial en su<br />

cua<strong>de</strong>rno— <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> treinta y seis horas <strong>de</strong>bería darse una proporción <strong>de</strong> siete<br />

protozoos muertos por cada nueve vivos.<br />

—¿Y? —preguntó D'Agosta.<br />

—Acabo <strong>de</strong> hacer un cálculo aproximado, y la proporción <strong>de</strong> protozoos muertos es la<br />

mitad <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>bería ser.<br />

—¿Y eso qué significa?<br />

—Que los B. meresgerii están dividiéndose a un ritmo más bajo, o que…<br />

Volvió a mirar por el microscopio, y D'Agosta oyó que calculaba otra vez. Se irguió<br />

<strong>de</strong> nuevo, esta vez más <strong>de</strong>spacio.<br />

—Se divi<strong>de</strong>n a un ritmo normal —dijo en voz baja.<br />

D'Agosta acarició el cigarro que llevaba en el bolsillo superior y preguntó:<br />

—¿Y entonces?<br />

—Ahora su vida media es un cincuenta por ciento más larga —contestó Margo.<br />

D'Agosta la observó por un momento.<br />

—He ahí el motivo <strong>de</strong> Kawakita —dijo por fin.<br />

Alguien llamó suavemente a la puerta. Cuando Margo se disponía a abrir, entró<br />

169

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!