Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel
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DOUGLAS PRESTON & LINCOLN CHILD EL RELICARIO<br />
quizá alguno haya escapado por la escalerilla <strong>de</strong>l fondo. Si es así, <strong>de</strong>beríamos volver atrás<br />
e intentar…»<br />
Snow interrumpió sus pensamientos, sorprendido por la frialdad con que se<br />
planteaba la situación. Quizá era más valiente <strong>de</strong> lo que creía. O simplemente más tonto.<br />
«Si el hijo <strong>de</strong> puta <strong>de</strong> Fernán<strong>de</strong>z me viese ahora», pensó.<br />
Donovan salió <strong>de</strong> nuevo <strong>de</strong> la oscuridad, escudriñó el túnel y le hizo una seña para<br />
que se acercase. Snow avanzó rápidamente, pero aminoró el paso ante la espeluznante<br />
visión que apareció ante sus ojos. El material seguía pulcramente dispuesto junto a la<br />
pared, en contraste con los cuerpos <strong>de</strong>smembrados que yacían en posiciones absurdas,<br />
dispersos por el lodoso suelo <strong>de</strong>l túnel.<br />
—Dése prisa —oyó susurrar a Donovan—. No hay tiempo para hacer turismo.<br />
Snow alzó la vista. Donovan, con los brazos cruzados, examinaba el equipo con<br />
expresión ceñuda e impaciente.<br />
De pronto, en la <strong>de</strong>nsa oscuridad <strong>de</strong> la bóveda, una figura negra se lanzó con un<br />
chirrido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la ca<strong>de</strong>na que pendía <strong>de</strong>l techo y cayó sobre Donovan.<br />
Donovan se tambaleó y consiguió zafarse <strong>de</strong> la criatura, pero saltaron otras dos y<br />
empezaron a forcejear con él hasta obligarlo a arrodillarse. Snow retrocedió a trompicones,<br />
apuntando el fusil, incapaz <strong>de</strong> encontrar un ángulo <strong>de</strong> tiro. Otra figura, cuchillo en mano,<br />
corrió hacia el grupo, y Donovan lanzó un alarido inimaginablemente agudo, casi<br />
femenino. Realizó un extraño movimiento, como si manejase una sierra, y por fin, con un<br />
gutural rugido <strong>de</strong> triunfo coreado por sus compañeros, levantó la cabeza <strong>de</strong> Donovan.<br />
Momentáneamente paralizado por aquella visión, Snow creyó ver cómo giraban sin<br />
control los ojos <strong>de</strong> Donovan en sus órbitas, reflejando el resplandor rojo proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l<br />
túnel.<br />
En ese instante Snow empezó a disparar contra el monstruoso grupo apiñado en<br />
torno a su víctima, con ráfagas cortas y trazando un arco <strong>de</strong> izquierda a <strong>de</strong>recha, como<br />
Donovan le había enseñado. Aunque no oía su propia voz, supo que estaba gritando. Al<br />
vaciarse el cargador, insertó otro y siguió gritando y disparando hasta que en el segundo<br />
cargador tampoco quedaron más balas. Zumbándole los oídos en el repentino silencio, dio<br />
un paso al frente. Apartó el humo con la mano y escrutó las sombras en busca <strong>de</strong> aquellas<br />
siniestras apariciones. Dio otro paso, y otro más.<br />
Frente a él, la oscuridad pareció moverse. Se dio media vuelta y echó a correr hacia el<br />
fondo <strong>de</strong>l túnel, sus pies chirriando en el barro y el agua estancada, el cargador vacío<br />
rebotando ruidosamente en las resbaladizas piedras.<br />
61<br />
Margo cerró los ojos, apretando los párpados, intentando <strong>de</strong>jar la mente en blanco<br />
ante la inminencia <strong>de</strong>l dolor final. Pero pasó un instante, luego otro, y <strong>de</strong> pronto notó que<br />
la levantaban <strong>de</strong>l suelo y la llevaban en volandas, zaran<strong>de</strong>ándola, las correas <strong>de</strong>l pesado<br />
bolso hincándosele en el hombro. Pese al profundo terror, la invadió una sensación <strong>de</strong><br />
alivio: al menos estaba todavía viva.<br />
A través <strong>de</strong> los párpados percibió que cruzaba una <strong>de</strong>nsa y pestilente oscuridad y<br />
llegaba a un espacio tenuemente iluminado. Se obligó a abrir los ojos e intentó orientarse.<br />
Vio un espejo hecho añicos, sin la mayor parte <strong>de</strong>l cristal, cubierto por lo que parecían<br />
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