Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel
Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel
Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
DOUGLAS PRESTON & LINCOLN CHILD EL RELICARIO<br />
cubriendo la retaguardia. ¿Alguna pregunta?<br />
Snow tenía varias, pero optó por callarse. Le escocía la cara a causa <strong>de</strong> las ásperas<br />
caricias <strong>de</strong> la mano enguantada <strong>de</strong> Donovan, y la tintura olía a sebo rancio.<br />
El comandante movió la cabeza en un gesto <strong>de</strong> asentimiento.<br />
—Entraremos, colocaremos las cargas y saldremos. Así <strong>de</strong> sencillo, como en unas<br />
maniobras en la base anfibia. Las cargas taponarán los túneles inferiores que <strong>de</strong>saguan en<br />
el colector lateral. Otro equipo baja <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la calle para cerrar el acceso <strong>de</strong>s<strong>de</strong> arriba.<br />
Auténticos profesionales, por lo que se ve. —El comandante lanzó un gruñido—. Aunque<br />
cueste creerlo, nos han dicho que usemos DVNs.<br />
—¿DVNs? —repitió Snow.<br />
—Dispositivos <strong>de</strong> visión nocturna. Pero cualquiera se pone uno encima <strong>de</strong>l traje y las<br />
gafas. —Escupió por la borda—. A nosotros no nos da miedo la oscuridad. Y si alguien<br />
quiere atacarnos, que lo intente. Así y todo, me gusta ver a qué le vuelo los sesos. —<br />
Avanzó un paso—. Muy bien. Hastings, Clapton y Beecham, uste<strong>de</strong>s llevarán las<br />
automáticas; quiero sólo un portador <strong>de</strong> armas por equipo. Lorenzo, Campion, Donovan y<br />
yo nos ocuparemos <strong>de</strong> la pirotecnia. Tenemos cargas redundantes, así que el peso será<br />
consi<strong>de</strong>rable. Y ahora a pertrecharse.<br />
Snow observó a los hombres que se colgaban armas automáticas al hombro.<br />
—¿Y yo? —se oyó preguntar.<br />
Rachlin se volvió hacia él.<br />
—No lo sé. Usted ¿qué?<br />
Snow vaciló.<br />
—Me gustaría hacer algo. Ayudar, quiero <strong>de</strong>cir.<br />
Rachlin lo miró con severidad por un momento. Una sonrisa asomó fugazmente a<br />
sus labios.<br />
—De acuerdo —dijo por fin—. Será el antorcha <strong>de</strong> la operación.<br />
—¿El antorcha? —preguntó Snow.<br />
—El antorcha —repitió el comandante, moviendo la cabeza en un gesto <strong>de</strong><br />
asentimiento—. ¡Beecham! Tíreme el material. —Rachlin cogió el talego <strong>de</strong> goma<br />
impermeable que el otro hombre le lanzó y se lo colgó a Snow al cuello. Luego murmuró—<br />
Llévelo encima hasta que lleguemos al punto <strong>de</strong> salida.<br />
—Necesitaré un arma, señor —dijo Snow.<br />
—Denle algo.<br />
De pronto alguien le hincó en el abdomen la culata <strong>de</strong> un fusil submarino, y él se<br />
apresuró a colgárselo al hombro. Creyó oír risas ahogadas, pero no prestó atención. Snow<br />
había arponeado muchos peces en el golfo <strong>de</strong> California, pero nunca había visto arpones<br />
tan largos ni <strong>de</strong> aspecto tan malévolos como los que el fusil llevaba sujetos <strong>de</strong>bajo,<br />
provistos en sus extremos <strong>de</strong> gruesas cargas explosivas.<br />
—No mate a ningún cocodrilo —bromeó Donovan—. Están en peligro <strong>de</strong> extinción.<br />
—Era la primera vez que hablaba.<br />
La vibración <strong>de</strong> los motores se hizo más grave, y la lancha redujo la velocidad hasta<br />
<strong>de</strong>tenerse junto a un embarca<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> cemento bajo el oscuro perfil <strong>de</strong> la planta<br />
<strong>de</strong>puradora <strong>de</strong>l Bajo Hudson. Snow contempló la enorme estructura <strong>de</strong> hormigón con<br />
creciente inquietud. La planta, supuestamente <strong>de</strong> tecnología punta, estaba automatizada<br />
por completo; pero Snow había oído que el complejo no había dado más que problemas<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> su puesta en marcha hacía casi cinco años. Rogaba a Dios no haberse equivocado en<br />
su <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> entrar a través <strong>de</strong>l <strong>de</strong>pósito <strong>de</strong> sedimentación principal.<br />
—¿No <strong>de</strong>beríamos avisarlos <strong>de</strong> que hemos venido? —preguntó Snow.<br />
228