Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel
Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel
Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
DOUGLAS PRESTON & LINCOLN CHILD EL RELICARIO<br />
hacia atrás y miró a Pen<strong>de</strong>rgast—. No sé a usted, pero a mí se me antojaría la buhardilla<br />
<strong>de</strong>l mismísimo infierno.<br />
29<br />
Los aparta<strong>de</strong>ros ferroviarios <strong>de</strong>l West Si<strong>de</strong> ocupaban una amplia hondonada en la<br />
zona más occi<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong> Manhattan, prácticamente invisible para los millones <strong>de</strong><br />
neoyorquinos que vivían y trabajaban a escasa distancia <strong>de</strong> allí, y con sus treinta hectáreas<br />
<strong>de</strong> superficie constituían el terreno no urbanizado más extenso <strong>de</strong> la isla <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l<br />
Central Park. Uno <strong>de</strong> los principales núcleos <strong>de</strong>l transporte ferroviario a principios <strong>de</strong><br />
siglo, se hallaba en la actualidad en el más completo abandono: raíles herrumbrosos que se<br />
perdían entre lampazos y ailantos, viejas vías muertas rotas y olvidadas, almacenes con el<br />
techo hundido y las pare<strong>de</strong>s llenas <strong>de</strong> pintadas.<br />
En los últimos veinte años aquella porción <strong>de</strong> tierra había dado pie a proyectos<br />
urbanísticos, querellas, manipulaciones políticas y bancarrotas. Gradualmente los<br />
arrendatarios <strong>de</strong> los almacenes habían renunciado a sus contratos y abandonado la zona,<br />
<strong>de</strong>jando paso a vándalos, pirómanos y gente sin hogar. En una esquina <strong>de</strong>l terreno se<br />
concentraba un pequeño grupo <strong>de</strong> chabolas construidas <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra contrachapada, cartón<br />
y hojalata. Junto a ellas había patéticos huertos <strong>de</strong> guisantes y calabazas en absoluto<br />
<strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n.<br />
Margo se hallaba en medio <strong>de</strong> un solar cubierto <strong>de</strong> escombros chamuscados,<br />
flanqueado por dos antiguos edificios <strong>de</strong> la compañía ferroviaria. El almacén que antes<br />
ocupaba el solar había ardido por completo hacía cuatro meses. La estructura había<br />
quedado reducida a un ennegrecido armazón <strong>de</strong> vigas y algunos muros bajos <strong>de</strong><br />
hormigón. El suelo <strong>de</strong> cemento permanecía oculto bajo medio metro <strong>de</strong> cascotes y tablas<br />
quemadas. En un rincón se veían los restos <strong>de</strong> varias mesas alargadas <strong>de</strong> metal, y sobre<br />
ellas aparatos aplastados y cristal fundido. Miró alre<strong>de</strong>dor, a través <strong>de</strong> las sombras<br />
vespertinas que se entretejían sobre los escombros. Había varios objetos voluminosos que<br />
en otro tiempo habían sido máquinas con cubiertas metálicas; las cubiertas se habían<br />
fundido, <strong>de</strong>jando a la vista los mecanismos internos, marañas <strong>de</strong> cables y circuitos<br />
integrados. El olor acre <strong>de</strong>l plástico y el alquitrán quemados seguía obstinadamente<br />
adherido a todo.<br />
D'Agosta apareció junto a ella y preguntó:<br />
—¿Qué opina?<br />
Margo movió la cabeza en un gesto <strong>de</strong> duda.<br />
—¿Está seguro <strong>de</strong> que ésta fue la última dirección conocida <strong>de</strong> Greg?<br />
—Me lo ha confirmado la compañía <strong>de</strong> mudanzas. El incendio <strong>de</strong>l almacén y su<br />
muerte se produjeron más o menos en las mismas fechas, así que probablemente no tuvo<br />
tiempo <strong>de</strong> mudarse a otro sitio. Pero usó un alias al solicitar el suministro eléctrico y la<br />
línea telefónica, así que no estamos seguros.<br />
—¿Un alias? —Margo seguía contemplando los restos <strong>de</strong>l almacén—. Me pregunto si<br />
murió antes o <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l incendio.<br />
—Yo me pregunto eso y otras muchas cosas —dijo D'Agosta.<br />
—Parece un laboratorio.<br />
D'Agosta asintió con la cabeza.<br />
120