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Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

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DOUGLAS PRESTON & LINCOLN CHILD EL RELICARIO<br />

Pen<strong>de</strong>rgast alzó una mano para eximirlo <strong>de</strong> contestar, pero Smithback se había<br />

vuelto ya hacia el teniente.<br />

—He seguido al capitán Waxie y un grupo <strong>de</strong> policías hasta la cámara situada bajo el<br />

Reservoir —dijo con voz serena—. Trataban <strong>de</strong> cerrar unas válvulas. Pero, por lo visto,<br />

habían sido saboteadas o algo así. Entonces… —Se interrumpió—. Entonces han aparecido<br />

ellos.<br />

—Bill, no sigas —intervino Margo.<br />

—Yo me he escapado —prosiguió Smithback, tragando saliva—. Yo y Duffy. Pero<br />

nos han encontrado en la estación <strong>de</strong> medición. Esas criaturas…<br />

—Ya es suficiente —atajó Pen<strong>de</strong>rgast con suavidad. Se produjo un silencio—.<br />

¿Saboteadas, dice?<br />

Smithback asintió con la cabeza.<br />

—He oído <strong>de</strong>cir a Duffy que alguien había estropeado las válvulas.<br />

—Eso es preocupante, muy preocupante —dijo Pen<strong>de</strong>rgast, y Margo advirtió en su<br />

rostro una expresión que antes no había visto—. Será mejor que continuemos. —Volvió a<br />

cargarse el lanzallamas a los hombros—. El Cuello <strong>de</strong> Botella es un sitio i<strong>de</strong>al para ten<strong>de</strong>r<br />

una emboscada. —Miró alre<strong>de</strong>dor y susurró—: ¿Mephisto?<br />

Algo se agitó en la oscuridad, y Mephisto surgió <strong>de</strong> entre las sombras con los brazos<br />

cruzados ante el pecho y una amplia sonrisa en los labios, confinada entre el bigote y la<br />

barba.<br />

—Estaba disfrutando <strong>de</strong> este conmovedor encuentro —dijo con su sedoso siseo—.<br />

Ahora ya no falta nadie en la alegre banda <strong>de</strong> aventureros. ¡Hola, plumífero! Veo que esta<br />

vez se ha atrevido a bajar más que en nuestra primera entrevista. Con el tiempo uno le<br />

coge cariño a esto, ¿verdad?<br />

—No especialmente —murmuró Smithback.<br />

—Al menos es un consuelo tener uno a mano a su biógrafo —prosiguió Mephisto. En<br />

el artificial resplandor <strong>de</strong> las gafas, Margo creyó ver un <strong>de</strong>stello dorado y carmesí en sus<br />

ojos—. ¿Escribirá un poema épico sobre el acontecimiento? La Mephistiada. En pareados<br />

heroicos, por favor. Eso suponiendo que viva para contar la historia. Me pregunto quiénes<br />

<strong>de</strong> nosotros sobrevivirán, y quiénes <strong>de</strong>jarán sus huesos a blanquear aquí abajo para<br />

siempre, en los túneles <strong>de</strong> Manhattan.<br />

—Sigamos —lo interrumpió Pen<strong>de</strong>rgast.<br />

—Entiendo. El amigo Whitey consi<strong>de</strong>ra que ya está bien <strong>de</strong> charla. Quizá tema que<br />

sean sus huesos los que que<strong>de</strong>n aquí, pasto <strong>de</strong> las ratas.<br />

—Tenemos que colocar varias cargas justo <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l Cuello <strong>de</strong> Botella —dijo<br />

Pen<strong>de</strong>rgast sin alterarse—. Si nos quedamos aquí escuchando sus pamplinas, no nos dará<br />

tiempo <strong>de</strong> salir antes <strong>de</strong> que el Reservoir se <strong>de</strong>sagüe. Y en tal caso serán sus huesos, junto<br />

con los míos, los que acaben siendo pasto <strong>de</strong> las ratas.<br />

—¡Muy bien, muy bien! —repuso Mephisto—. No se enfa<strong>de</strong>.<br />

Mephisto se dio media vuelta y empezó a bajar por un pozo ancho y oscuro.<br />

—No —dijo Smithback.<br />

D'Agosta se acercó al periodista.<br />

—Vamos. Lo llevaré <strong>de</strong>l brazo.<br />

El pozo daba a un túnel <strong>de</strong> techo alto, y aguardaron en la oscuridad mientras<br />

Pen<strong>de</strong>rgast colocaba varias cargas. Cuando terminó, les indicó que lo siguiesen. Unos<br />

centenares <strong>de</strong> metros más a<strong>de</strong>lante, había una pasarela adosada a la pared <strong>de</strong>l túnel a un<br />

par <strong>de</strong> palmos por encima <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong>l agua. Margo se alegró <strong>de</strong> no tener que seguir<br />

andando con aquella agua fría y nauseabunda hasta los tobillos.<br />

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