Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel
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DOUGLAS PRESTON & LINCOLN CHILD EL RELICARIO<br />
Margo se acercó a la mesa <strong>de</strong> reconocimiento.<br />
—Por favor, querida —dijo Frock, haciendo retroce<strong>de</strong>r su silla <strong>de</strong> ruedas y señalando<br />
el microscopio—, examine ese surco <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>nte en el fémur <strong>de</strong>recho.<br />
Aunque el zoom estaba en su potencia amplificadora mínima, fue como asomarse a<br />
otro mundo. El hueso pardusco apareció en el visor, mostrando sus elevaciones y valles<br />
como un paisaje <strong>de</strong>sértico en miniatura.<br />
—¿Qué opina <strong>de</strong> eso? —preguntó Frock.<br />
No era la primera vez que solicitaban el parecer <strong>de</strong> Margo en una discusión, y a ella<br />
no le gustaba el papel.<br />
—Da la impresión <strong>de</strong> que es una fisura natural en el hueso —respondió con tono<br />
neutro—. Parte <strong>de</strong> las <strong>de</strong>formaciones y excrecencias que aparentemente afectaron al<br />
esqueleto. No se <strong>de</strong>duce forzosamente que haya sido causada por un diente.<br />
Frock se recostó en la silla <strong>de</strong> ruedas, incapaz <strong>de</strong> disimular una sonrisa <strong>de</strong> triunfo.<br />
—¿Cómo? —dijo Brambell con un parpa<strong>de</strong>o <strong>de</strong> incredulidad—. Doctora Green, no<br />
pretendo contra<strong>de</strong>cirla, pero eso es una incisión <strong>de</strong>ntal longitudinal don<strong>de</strong> las haya.<br />
—Tampoco yo pretendo contra<strong>de</strong>cirlo, doctor Brambell. —Margo aumentó al<br />
máximo la potencia <strong>de</strong>l zoom, y la pequeña fisura se convirtió en una ancha hondonada—.<br />
Sin embargo veo aquí poros naturales, en el interior.<br />
Brambell se acercó <strong>de</strong> inmediato al microscopio, se quitó las viejas gafas <strong>de</strong> concha y<br />
miró por el visor. Contempló la imagen durante unos segundos y se retiró con menor<br />
premura <strong>de</strong> la que había <strong>de</strong>mostrado al aproximarse.<br />
—Mmm —musitó, poniéndose <strong>de</strong> nuevo las gafas—. Me duele admitir, Frock, que<br />
quizá tenga usted razón.<br />
—Querrá <strong>de</strong>cir que Margo tiene razón —rectificó Frock.<br />
—Sí, naturalmente. La felicito, doctora Green.<br />
El timbre <strong>de</strong>l teléfono evitó a Margo tener que respon<strong>de</strong>r. Frock fue hasta el aparato<br />
y contestó con tono enérgico. Margo lo observó, dándose cuenta <strong>de</strong> que era la primera vez<br />
que miraba con atención a su antiguo tutor <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que la llamada <strong>de</strong> D'Agosta había vuelto<br />
a reunidos la semana anterior. Aunque Frock conservaba su imponente porte, Margo lo<br />
notaba más <strong>de</strong>lgado que durante la etapa en que había colaborado con él en el museo.<br />
También su silla <strong>de</strong> ruedas había cambiado; estaba más vieja y gastada. Se preguntó con<br />
repentina lástima si su mentor atravesaba tiempos difíciles. Pero si era así, aparentemente<br />
no lo afectaba <strong>de</strong> manera negativa. De hecho parecía más alerta, más vigoroso que durante<br />
su período como jefe <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Antropología.<br />
Frock escuchaba por el auricular, obviamente alarmado por algo. Margo <strong>de</strong>svió la<br />
mirada hacia la ventana <strong>de</strong>l laboratorio y la magnífica vista <strong>de</strong>l Central Park. Los árboles<br />
presentaban la ver<strong>de</strong> frondosidad propia <strong>de</strong>l verano y el estanque resplan<strong>de</strong>cía bajo la<br />
intensa luz. Al sur, varios botes <strong>de</strong> remos surcaban plácidamente el agua. Habría preferido<br />
sin duda alguna hallarse en uno <strong>de</strong> aquellos botes, tomando el sol, a estar enclaustrada en<br />
el museo, <strong>de</strong>smenuzando huesos podridos.<br />
—Era D'Agosta —informó Frock mientras colgaba el auricular—. Dice que nuestro<br />
amigo aquí presente va a tener compañía. Baje las persianas si es tan amable. Para trabajar<br />
con microscopio es mejor la luz artificial.<br />
—¿Compañía? ¿Qué quiere <strong>de</strong>cir? —preguntó al instante Margo.<br />
—Así lo ha expresado D'Agosta. Por lo visto, ayer por la tar<strong>de</strong> encontraron una<br />
cabeza en avanzado estado <strong>de</strong> <strong>de</strong>scomposición durante un registro en los túneles <strong>de</strong>l<br />
ferrocarril. Nos la envían para analizar.<br />
El doctor Brambell masculló algo en un vehemente gaélico.<br />
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