Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel
Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel
Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
DOUGLAS PRESTON & LINCOLN CHILD EL RELICARIO<br />
resistencia. Pen<strong>de</strong>rgast lo soltó y se puso en pie. Margo se inclinó para mirar <strong>de</strong> cerca a la<br />
figura tendida. En efecto era Smithback.<br />
—Esto es increíble —gruñó D'Agosta—. ¿Nos habrá seguido hasta aquí?<br />
Pen<strong>de</strong>rgast negó con la cabeza.<br />
—No. Nadie nos ha seguido. —Echó un vistazo a la confluencia <strong>de</strong> túneles don<strong>de</strong> se<br />
hallaban—. Esto es el Cuello <strong>de</strong> Botella, don<strong>de</strong> convergen todos los túneles <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ntes<br />
<strong>de</strong>l cuadrante <strong>de</strong>l Central Park. Por lo visto, lo perseguían, y su camino se ha cruzado con<br />
el nuestro. La cuestión es quién lo perseguía. O qué. —Dejó el lanzallamas en el suelo—.<br />
Mejor será que tenga preparado el flash, Vincent.<br />
De repente Smithback se levantó y volvió a caer en la masa <strong>de</strong> tuberías y<br />
conducciones <strong>de</strong> sesenta centímetros que constituían el suelo <strong>de</strong>l Cuello <strong>de</strong> Botella.<br />
—¡Han matado a Duffy! —gritó—. ¿Quiénes son uste<strong>de</strong>s? ¡Ayú<strong>de</strong>nme! No veo nada.<br />
Guardando su arma, Margo se acercó y se arrodilló junto a él. El <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />
túnel <strong>de</strong>l metro, a través <strong>de</strong> ruidosos pasadizos y reverberantes galerías que parecían fuera<br />
<strong>de</strong> lugar a una profundidad <strong>de</strong> docenas <strong>de</strong> pisos por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> Manhattan, había sido<br />
como una interminable pesadilla. Ver salir <strong>de</strong> pronto a su amigo <strong>de</strong> la oscuridad,<br />
paralizado por el miedo y la conmoción, no hacía más que aumentar esa sensación <strong>de</strong><br />
irrealidad.<br />
—Bill —dijo con <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za—, estás a salvo. Soy Margo. Cálmate, por favor. No nos<br />
atrevemos a usar linternas y no tenemos más gafas <strong>de</strong> visión nocturna. Pero te<br />
ayudaremos.<br />
Smithback se volvió hacia ella, parpa<strong>de</strong>ando, con las pupilas dilatadas.<br />
—¡Quiero salir <strong>de</strong> aquí! —gritó, intentando ponerse en pie.<br />
—¿Cómo? —preguntó D'Agosta con tono sarcástico—. ¿Y per<strong>de</strong>rse la noticia?<br />
—No pue<strong>de</strong> volver a la superficie usted solo —dijo Pen<strong>de</strong>rgast, sujetándolo por el<br />
hombro.<br />
Smithback se encorvó, agotado al parecer por el forcejeo.<br />
—¿Qué hacen aquí? —preguntó por fin.<br />
—Yo podría preguntarle eso mismo —repuso Pen<strong>de</strong>rgast—. Mephisto está<br />
guiándonos hasta los túneles Astor, la Buhardilla <strong>de</strong>l Diablo. Se había planeado <strong>de</strong>saguar<br />
el Reservoir para inundar los niveles más bajos y expulsar así a los rugosos.<br />
—I<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l capitán Waxie —puntualizó D'Agosta.<br />
—Pero el Reservoir está infestado <strong>de</strong> plantas <strong>de</strong> Mbwun. Ahí las cultivaban esas<br />
criaturas. Y tenemos que impedir que las plantas lleguen a mar abierto. Ya es tar<strong>de</strong> para<br />
<strong>de</strong>tener la operación <strong>de</strong> <strong>de</strong>sagüe, así que un equipo <strong>de</strong> la Compañía <strong>de</strong> Operaciones<br />
Especiales <strong>de</strong> la Marina ha entrado al alcantarillado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el río para tapar las salidas <strong>de</strong>l<br />
nivel inferior. Nosotros vamos a tapar los accesos a los túneles Astor <strong>de</strong>s<strong>de</strong> arriba para<br />
evitar vertidos al exterior. Embotellaremos el agua, por así <strong>de</strong>cirlo, para que no llegue<br />
hasta el río. Si lo conseguimos, quedará todo inundado hasta el Cuello <strong>de</strong> Botella, pero el<br />
agua no pasará <strong>de</strong> ahí.<br />
Smithback permaneció en silencio con la cabeza agachada.<br />
—Vamos bien armados —añadió Pen<strong>de</strong>rgast—, y estamos preparados para cualquier<br />
contingencia. Llevamos planos <strong>de</strong> los túneles. Estará más seguro con nosotros.<br />
¿Compren<strong>de</strong>, William?<br />
Margo observaba mientras el melifluo discurso <strong>de</strong> Pen<strong>de</strong>rgast surtía su balsámico<br />
efecto. Smithback empezó a respirar a un ritmo más lento y finalmente movió la cabeza en<br />
un gesto casi imperceptible <strong>de</strong> asentimiento.<br />
—Y por cierto, ¿usted qué hacía aquí? —preguntó D'Agosta.<br />
232