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Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

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DOUGLAS PRESTON & LINCOLN CHILD EL RELICARIO<br />

El médico guardó silencio.<br />

—Por otra parte, me consta que un tal capitán Waxie ha estado aquí y ha causado<br />

problemas. Quizá incluso lo ha amenazado.<br />

De pronto Wasserman estalló.<br />

—En todos los años que llevo trabajando en el servicio <strong>de</strong> urgencias <strong>de</strong> este hospital,<br />

nadie me había tratado nunca como ese hijo <strong>de</strong> puta.<br />

Hayward se rió y dijo:<br />

—Bienvenido al club.<br />

El médico le lanzó una mirada <strong>de</strong> sorpresa y luego se relajó un poco.<br />

—Doctor, en esa matanza han intervenido por lo menos seis hombres, quizá diez —<br />

prosiguió D'Agosta—. Sospecho que son los mismos que mataron a Pamela Wisher,<br />

Nicholas Bitterman y muchos otros. Creo también que <strong>de</strong>ben <strong>de</strong> estar rondando por los<br />

túneles <strong>de</strong>l metro en este mismo momento. Es posible que la señora Muñoz sea la única<br />

persona viva capaz <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificarlos. Si <strong>de</strong> verdad consi<strong>de</strong>ra que mis preguntas pue<strong>de</strong>n<br />

afectar negativamente a la señora Muñoz, lo aceptaré. Sólo espero que tenga usted en<br />

cuenta que otras vidas pue<strong>de</strong>n correr peligro.<br />

El médico lo miró fijamente durante un largo momento. Finalmente esbozó una leve<br />

sonrisa.<br />

—Muy bien, teniente. Accedo con tres condiciones: yo estaré presente; <strong>de</strong>be hacer sus<br />

preguntas con la mayor <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za, e interrumpirá el interrogatorio en cuanto yo diga.<br />

D'Agosta asintió.<br />

—Me temo que va a ser una pérdida <strong>de</strong> tiempo —agregó el médico—. Se encuentra<br />

en estado <strong>de</strong> shock y presenta los primeros síntomas <strong>de</strong> estrés postraumático.<br />

—Entendido, doctor.<br />

—Bien. Por lo que hemos averiguado, la señora Muñoz es <strong>de</strong> un pueblo pequeño <strong>de</strong>l<br />

centro <strong>de</strong> México. Trabaja como niñera para una familia <strong>de</strong>l Upper East Si<strong>de</strong>. Sabemos que<br />

habla inglés. Aparte <strong>de</strong> eso, apenas nada más.<br />

La señora Muñoz yacía en la cama <strong>de</strong>l hospital exactamente en la misma posición<br />

que en la camilla en que la habían sacado <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong> los hechos: las manos cruzadas y la<br />

mirada perdida. La habitación olía a jabón <strong>de</strong> glicerina y alcohol <strong>de</strong>snaturalizado.<br />

Hayward se apostó ante la puerta por si Waxie aparecía antes <strong>de</strong> tiempo. D'Agosta y el<br />

médico se sentaron a ambos lados <strong>de</strong> la cama y permanecieron inmóviles por un<br />

momento. Finalmente, sin hablar, Wasserman cogió la mano a su paciente.<br />

D'Agosta sacó la cartera, extrajo una fotografía <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los compartimientos, y la<br />

sostuvo frente al rostro <strong>de</strong> la mujer.<br />

—Ésta es mi hija, Isabella —dijo D'Agosta—. Tiene dos años. Preciosa, ¿verdad?<br />

Mantuvo la foto en alto pacientemente hasta que la mujer dirigió hacia ella la mirada.<br />

El médico frunció el entrecejo.<br />

—¿Usted tiene hijos? —preguntó D'Agosta, guardándose la foto.<br />

La señora Muñoz lo miró en silencio.<br />

—Señora Muñoz —continuó D'Agosta—. Sé que está en este país ilegalmente.<br />

La mujer <strong>de</strong>svió la vista <strong>de</strong> inmediato. El médico lanzó una mirada <strong>de</strong> advertencia a<br />

D'Agosta.<br />

—También sé que mucha gente le ha hecho promesas que no ha cumplido. Pero yo<br />

voy a hacerle una promesa que sí cumpliré; se lo juro sobre la foto <strong>de</strong> mi hija. Si me ayuda,<br />

me ocuparé personalmente <strong>de</strong> que le concedan el permiso <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia.<br />

La mujer no respondió. D'Agosta sacó otra foto y la sostuvo ante ella.<br />

—¿Señora Muñoz?<br />

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