Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel
Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel
Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
DOUGLAS PRESTON & LINCOLN CHILD EL RELICARIO<br />
«No mucho peor que matar vietnamitas o colocar explosivos bajo la choza <strong>de</strong> un<br />
pobre <strong>de</strong>sgraciado», pensó Snow. Sin embargo dijo:<br />
—No sólo buscamos cadáveres. Ese día en realidad buscábamos un alijo <strong>de</strong> heroína<br />
que un traficante había tirado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un puente.<br />
—¿Heroína? Menudo colocón <strong>de</strong>bieron llevar los peces por allí durante un rato.<br />
Snow se aventuró a reír, pero incluso a él le sonó forzada su propia risa. «¿Qué<br />
<strong>de</strong>monios te pasa? —pensó—. Actúa con naturalidad, como Donovan.»<br />
—Dudo que en la Cloaca haya habido algún pez vivo en los últimos doscientos años.<br />
—Ahí le doy la razón —dijo Donovan, volviendo a erguirse—. Amigo, no le envidio.<br />
Preferiría hacer una semana <strong>de</strong> preparación física a nadar cinco minutos en esa mierda.<br />
Snow advirtió que Donovan miraba su fusil submarino con una sonrisa irónica.<br />
—Mejor será que lleve un arma <strong>de</strong> verdad por si tenemos que entrar. —Donovan<br />
revolvió en el interior <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las bolsas y extrajo un fusil ametrallador con un tubo<br />
metálico <strong>de</strong> aspecto cruel acoplado bajo el cañón—. ¿Ha disparado alguna vez un M-16?<br />
—Los tipos <strong>de</strong> la Unidad <strong>de</strong> Respuesta Táctica nos <strong>de</strong>jaron probar algunos durante la<br />
merienda <strong>de</strong> graduación en la aca<strong>de</strong>mia —contestó Snow.<br />
Una mezcla <strong>de</strong> incredulidad y sorna se dibujó en las facciones <strong>de</strong> Donovan.<br />
—¿He oído bien? ¿La merienda <strong>de</strong> graduación <strong>de</strong> la aca<strong>de</strong>mia? Y seguro que su<br />
madre le preparó una cesta <strong>de</strong> comida. —Le lanzó el fusil a Snow. Luego volvió a meter la<br />
mano en la bolsa y le entregó varios paquetes con cargadores—. Cada uno lleva treinta<br />
balas. En el modo totalmente automático se vacían en menos <strong>de</strong> dos segundos, así que<br />
apriete el gatillo con suavidad. No es precisamente tecnología punta, pero su eficacia está<br />
<strong>de</strong>mostrada. —Le pasó otro paquete—. Ese gatillo <strong>de</strong>lantero es para el XM-148, el<br />
accesorio lanzagranadas. Ahí <strong>de</strong>ntro encontrará dos cargas <strong>de</strong> 40 mm, por si <strong>de</strong> pronto<br />
tiene mayores ambiciones.<br />
—Donovan, ¿qué es un antorcha? —dijo Snow. Tenía que preguntarlo.<br />
Una amplia sonrisa apareció lentamente en el rostro pintado <strong>de</strong>l soldado.<br />
—Supongo que no hay inconveniente en que se lo diga. Es el pobre infeliz que ha <strong>de</strong><br />
encargarse <strong>de</strong>l MAI durante una operación.<br />
—¿El MAI? —repitió Snow, quedándose igual que antes.<br />
—Bengalas <strong>de</strong> magnesio <strong>de</strong> alta intensidad. Son obligatorias en todas las operaciones<br />
nocturnas, incluso en incursiones furtivas como ésta. Una regla ridícula, pero así son las<br />
cosas. Despi<strong>de</strong>n una luz muy intensa. Desenrosque la tapa para armar el <strong>de</strong>tonador, lance<br />
una a una distancia pru<strong>de</strong>ncial, y en el momento <strong>de</strong>l impacto tendrá una intensidad <strong>de</strong> luz<br />
<strong>de</strong> medio millón <strong>de</strong> can<strong>de</strong>las. Pero no son muy estables, ¿sabe? Basta con que una sola bala<br />
alcance el talego, aunque sea algo pequeño como una calibre 22, ¡y bum! El antorcha. ¿Me<br />
explico? —Rió entre dientes y fue a <strong>de</strong>ambular <strong>de</strong> nuevo por la caverna.<br />
Snow cambió <strong>de</strong> posición, procurando mantener el talego lo más lejos <strong>de</strong> su pecho<br />
posible. Salvo por el irregular chisporroteo <strong>de</strong> la bengala, reinó el silencio por unos<br />
minutos. Luego Snow oyó reír otra vez a Donovan.<br />
—Échele un vistazo a esto —dijo—. ¿Pue<strong>de</strong> creerse que algún chiflado ha estado<br />
paseándose por aquí? Y a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>scalzo.<br />
Dejando a un lado el fusil, Snow se puso en pie y se acercó a mirar. Había un rastro<br />
<strong>de</strong> pisadas en el barro. Y eran recientes; el barro estaba aún húmedo en los contornos.<br />
—¡Y era gran<strong>de</strong>, el hijo <strong>de</strong> puta! —susurró Donovan—. Debía <strong>de</strong> calzar como mínimo<br />
un cincuenta extraancho. —Volvió a reír.<br />
Snow contempló las extrañas huellas, notando aumentar la sensación <strong>de</strong> amenaza.<br />
Cuando las risas <strong>de</strong> Donovan <strong>de</strong>cayeron, oyó a lo lejos un ruido sordo.<br />
237