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206 LA LENGUA DE SIGNOS ESPAÑOLA HOY<br />
Manifiestan que las mejoras del servicio de interpretación deben centrarse en tres aspectos esencialmente:<br />
la dimensión de la imagen con el intérprete, la distinción del signante y el fondo cuando se superpone<br />
su silueta en la imagen original, y la utilidad del contenido que se emite en lengua de signos.<br />
Las personas sordas coinciden en que cuando se incorpora la lengua de signos, los contenidos signados<br />
son inteligibles. Pero advierten que las dimensiones de esta imagen influyen en la recepción<br />
del mensaje signado, y que una imagen reducida del intérprete dificulta la recepción de expresiones<br />
corporales y faciales.<br />
Sin hacer distinción entre las imágenes en las que se incorpora una ventana con el intérprete y las que<br />
incorporan su silueta, resaltan su preferencia por una imagen mayor a la que se utiliza en la actualidad.<br />
En este sentido, añaden que la solución ideal sería la posibilidad de una configuración personal<br />
para ampliar el tamaño de la imagen signada e incluso hacerla imagen principal en la pantalla. Del<br />
mismo modo, consideran que esa probable configuración por parte del usuario podría llegar hasta la<br />
activación voluntaria del servicio de interpretación y el cambio de ubicación de la imagen con lengua<br />
de signos en la pantalla.<br />
Reflejan que la inteligibilidad también está sujeta a la diferenciación del signante con el fondo en que<br />
se ubica, prefiriendo el empleo de un fondo neutro más que la inserción de la silueta para distinguir<br />
todo tipo de expresiones. Advierten que cuando la imagen principal es demasiado oscura, puesto que<br />
el signante viste de negro regularmente, no se distingue de forma adecuada.<br />
También coinciden en que en ocasiones la accesibilidad mediante la lengua de signos se reduce a la<br />
incorporación de un signante que interpreta el audio y que eso conlleva límites claros para las personas<br />
sordas. Consideran que los contenidos que se signan tienen que abarcar de manera global las<br />
necesidades de este colectivo, e informar sobre servicios y recursos disponibles para las personas<br />
sordas. Esta opinión fue más evidente tras el visionado del spot que fue objeto de análisis.<br />
Al finalizar el spot, se muestra el servicio telefónico 016, de información y asesoramiento en materia<br />
de violencia de género, y sin embargo no se especifica un servicio al que las mujeres sordas puedan<br />
recurrir realizando consultas escritas o mediante videollamada. No obstante, sí existe un número específico<br />
para la atención de las personas con déficit auditivo que habilita comunicación en tiempo real<br />
mediante texto y del que se informa en distintas webs relacionadas con la administración.<br />
La opinión mayoritaria fue que el spot no advirtió las características comunicativas de las personas<br />
sordas. Del mismo modo que informaba a través de lengua de signos sobre la existencia de servicios<br />
de atención a mujeres en esa situación, debería haber informado sobre un servicio de atención adaptado<br />
a las mujeres sordas víctimas de violencia de género.