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28 LA LENGUA DE SIGNOS ESPAÑOLA HOY<br />
como signadas, existen actos de habla, frases hechas y expresiones fijas condicionadas por la cultura<br />
que las rodea. A excepción de éstas, las personas tienen la capacidad de construir frases nuevas que<br />
ayuden a satisfacer sus necesidades, cualesquiera que sean, en los diferentes contextos en los que se<br />
encuentren. En esta misma línea, el usuario de una lengua tiene la capacidad de entender y procesar<br />
información completamente nueva.<br />
En otro orden de cosas, en 1948, Shannon y Weaver establecieron su famoso ‘Modelo de la Comunicación’,<br />
según el cual los elementos necesarios para que se lleve a cabo un acto de comunicación son:<br />
emisor, receptor, canal, código, mensaje y situación o contexto. Karl Bühler da el primer paso en el<br />
estudio de las funciones que el lenguaje puede tener en los diferentes contextos comunicativos. En<br />
Sprachtheorie. Die Darstellungsfunktion der Sprache (1934) 17 expone su teoría acerca de las funciones<br />
que puede tener el signo lingüístico dependiendo de la relación que establezca con los componentes<br />
de la situación comunicativa. Bühler establece tres funciones básicas del lenguaje que Roman Jakobson<br />
completa en 1948 con otras tres funciones más. No es objeto de este documento realizar un<br />
análisis lingüístico de las herramientas, construcciones léxicas, giros gramaticales y semánticos, etc.<br />
de los que se sirve la lengua de signos española para expresar enunciados cuya función sea informar,<br />
ordenar, o transmitir un sentimiento, un deseo o una emoción. Sin embargo, podemos remitirnos<br />
rápidamente a Rodríguez González (1992), que lleva a cabo un estudio detallado del signo lingüístico<br />
gestual y estudia el significado expresivo implícito en los signos así como las formas léxicas de las<br />
que se sirven los usuarios de la lengua de signos española para transmitir deseos, ruegos, mandatos,<br />
duda o posibilidad. O a Wilcox y Wilcox (1997) cuando relatan algunos ejemplos de la función fática en<br />
la lengua de signos.<br />
A pesar de no contar con estudios en España relativos a la producción literaria en esta lengua, se ha<br />
llevado a cabo la traducción de numerosas narraciones literarias y poéticas de escritores y poetas de<br />
reconocido prestigio. Basta consultar la Biblioteca de Signos 18 –en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes–<br />
en la que podemos encontrar poesías en lengua de signos española de poetas españoles de<br />
la talla de Antonio Machado o Pablo Neruda. Otra línea muy fructífera es la iniciada desde el año 2002<br />
por Fundación CNSE en colaboración con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, editando en<br />
lengua de signos española diversas obras de la literatura clásica y de nuestros tiempos: Las Aventuras<br />
de Don Quijote, El Lazarillo de Tormes, la Celestina, Bodas de Sangre o El Principito 19 .<br />
Pero lo que definitivamente acaba de demostrar el potencial de las lenguas de signos es que son<br />
lenguas de cultura. Herrero (2007) explica la influencia de las lenguas de signos en la concepción<br />
humana del lenguaje así como el papel que van a jugar en los próximos tiempos. Así, argumenta que<br />
el ser lenguas de cultura las impregna de un significado y futuro valioso para toda la humanidad en<br />
relación a dos hechos en cierto modo opuestos: la diversidad lingüística y el carácter insustituible de<br />
17<br />
Traducción de Marías, J. (1950): “Teoría del lenguaje”, Revista de Occidente. Madrid.<br />
18<br />
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Biblioteca de Signos: .<br />
19<br />
Para más información puede consultarse la página web de la Fundación CNSE: .