You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
56 LA LENGUA DE SIGNOS ESPAÑOLA HOY<br />
FILSE alerta sobre la situación laboral de estos profesionales pues, lejos de encontrar la estabilidad<br />
y la consolidación de este perfil, se estima que existe un grave retroceso. La alta tasa de desempleo<br />
junto al dato sobre la temporalidad de sus contratos (81 %, frente al 14 % de contratos indefinidos y<br />
un escaso 3 % de autoempleo) no propicia una situación muy alentadora. Además, FILSE estima que<br />
en momentos de crisis como los actuales, en los que se están revisando los convenios a través de los<br />
cuales se ofertan estos servicios, la reducción de los mismos llegará al 20 %.<br />
Esta situación trastoca lo que en principio se podría suponer al amparo de la Ley 27/2007 por la que<br />
se reconocen las lenguas de signos en España. Ya en su artículo 9, se estipula que «de conformidad<br />
con la presente Ley se encomienda a los poderes públicos promover la prestación de servicios de<br />
intérpretes en lenguas de signos españolas a todas las personas sordas, con discapacidad auditiva y<br />
sordociegas, cuando lo precisen, en las diferentes áreas públicas y privadas que se especifican en el<br />
presente capítulo (…)».<br />
Si bien se ha avanzado exponencialmente en la cantidad y calidad de los servicios que se prestan, las<br />
fuentes consultadas para la elaboración del presente informe demuestran que aún estamos lejos de<br />
ofrecer un entorno accesible en lengua de signos tal y como se recoge en la Ley.<br />
4.3. Investigación<br />
Teniendo en cuenta que, según el artículo 15 de la Ley 27/2007, los fines del CNLSE son «investigar,<br />
fomentar, difundir y velar por el buen uso de esta lengua», en la situación actual de la lengua de signos<br />
española y desde el punto de vista experto de la propia comunidad lingüística, la normalización<br />
de esta lengua también debe promocionarse bajo el parámetro de la investigación.<br />
El estatus actual de la lengua de signos española y su reconocimiento lingüístico ha sido posible, en<br />
gran medida, gracias a las investigaciones y publicaciones que se han elaborado por parte de diferentes<br />
instituciones. Conviene destacar, por un lado, la gran labor del movimiento asociativo liderado por<br />
la CNSE cuyas publicaciones tratan de subsanar las principales necesidades de la comunidad sorda<br />
y de los profesionales desde diferentes ámbitos y, por otro, mencionar a las universidades que han<br />
aportado el punto de vista científico a la lengua de signos española.<br />
Las Jornadas sobre nuestra Identidad: El progreso está en vuestras manos, celebradas en<br />
Madrid en marzo de 1992 y organizadas por la CNSE, marcan un antes y un después respecto a la reivindicación<br />
de la comunidad lingüística usuaria de la lengua de signos española sobre su lengua y al<br />
derecho a usarla en todos los ámbitos.<br />
La CNSE publicó en 1957 su primer diccionario de lengua de signos española (Marroquín Cabiedas,<br />
1957). Le han sucedido una gran cantidad de obras lexicográficas y se dio un avance cuantitativo<br />
importante cuando, en 1981, se publica un nuevo diccionario (Pinedo, 1981) reeditándose y actualizándose<br />
en 1989, 1999, 2000 y 2003. Por su parte, la Fundación CNSE publicó en 2008 el primer<br />
diccionario normativo de la lengua de signos española con un marcado criterio de uso, totalmente