10.04.2021 Views

EL VIENTO DE MIS VELAS--J J PICOS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

enroscaban nereidas desnudas talladas con

una mixtura de primor y deseo.

Mano a mano, pipa a pipa, el librero y el

soldado se envolvieron aquella noche de

temporal en una niebla mágica y aromática,

mitad abrigo y mitad sésamo etéreo,

cambiante con cada chupada. Yo sentía

colmada aquella bruma con todos los

personajes pavorosos que poblaban los libros

de mi maestro, prestos a sobresaltarme

apareciendo por ensalmo ante mí.

Xan apuraba cada vaso de uisguei y don

Gaspar, sosegado, sorbía licor de guindas de

una copita de Murano que sobrevivió a sus

mellizas. Él tomaba el líquido y yo comía el

sólido, pues picaba de una ración de guindas

rezumantes de aguardiente, saboreándolas

una por una. Les sacaba todo el jugo y las

masticaba hasta la semilla. Cuando quise

darme cuenta, estaba ya medio peneque. Por

eso habrán de disculparme si todo lo que viene

ahora les parece creíble a medias.

Los dos hombres dormitaban, aunque sin dejar

de dar pacíficas chupadas. El único ruido era el

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!