10.04.2021 Views

EL VIENTO DE MIS VELAS--J J PICOS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Gaspar. Cuando el perrillo se alzó de patas y

me dio las gracias lamiéndome la cara —puede

que por comer de la roña de mis cachetes—,

me rendí. Y allí mismo le puse nombre: Lobo,

por lo valiente y noble.

Lobo fue mi perro. Y también mi

maestro. No crean sus mercedes que era un

animal necio, un mil leches fanfarrón y

buscador de gresca. Ni por asomo. Él no

enseñaba los dientes si no lo arrinconaban; se

defendió de aquellos jaques pulgosos porque

no le dejaron escape. Con él me di cuenta de

que muchos llaman cobardía a la prudencia.

También aprendí que cuando un hombre

asume el mando, ni deja que se le discuta ni

desmaya en su ejercicio. Por eso hay que

pensárselo dos veces antes de cargar con esa

fajina.

Digo esto por lo que una vez nos pasó en la

librería a don Gaspar, a Lobo y a mí. El perro

empezaba a creer que ya no era un cachorro,

como cree un mozo recién salido del huevo

que ya es un hombre. Andaba, a espaldas de

mi patrón, royendo las tapas de un libro que

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!