10.04.2021 Views

EL VIENTO DE MIS VELAS--J J PICOS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Que lo tildasen de ballena no le pareció tan

ofensivo al sacerdote como que le llamasen

cucaracha papista, así que, con las mismas, se

agachó con una agilidad que el hereje no

sospechaba, lo agarró por los tobillos y al grito

de ¡Pues a bautizarse, carallo!, lo alzó sobre la

borda y lo echó de cabeza al mar. Lástima de

pipa, que fue a trocar tabaco por sal. Su

compañero tuvo el buen sentido de quedarse

donde estaba, cambiando la sonrisa por un

rechinar de dientes. Pero el resto de la

marinería, un potaje de anglicanos y

calvinistas, no hizo gala de la misma mesura. Y

tirando de cabillas se nos vinieron encima.

—¡Por Santiago y María Pita! ¡A mí los míos! —

oí gritar al cura.

Y, de repente, salido de las entrañas del

puente, apareció Armengol armado con dos

pistolones. A uno le dio chispa allí mismo,

atronándome y desplumando una gaviota que

pasaba, pues el plomazo fue al aire. Eso frenó

a la chusma que se nos venía encima, tiempo

sobrado para que el mosén empuñara el

bracamarte que le colgaba de la cadera al

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!