10.04.2021 Views

EL VIENTO DE MIS VELAS--J J PICOS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

-No nací soldado, como ya comprenderás. Ni

tampoco Santabárbara, aunque no hay mejor

apellido para un granadero. Le tengo más

estima que al mío.

—¿Y el de su merced cual es?

—Si quieres saber, vete a Salamanca, hurón.

¡Y deja de tratarme con tantos miramientos,

que ya te he hecho el favor!

—Hecho —y me sentí aliviado por tutearlo de

nuevo.

Era valenciano. Me dio palabra de ello, aunque

no se comprara la picadura más infame con su

valor. Eso sí, se empecinaba en declarar que

nació en Alcoy; a mí, lo mismo me daba. Fue

segundón, sin que la mocedad se le hiciera

vinagre por ello. Me sorprendió al confesarme

que quería a su hermano mayor. El padre

Verboso opinaba que Armengol no quería ni a

su sombra.

—Éramos uña y carne. Hasta que tomó

estado. Cuando su esposa entró en nuestra

casa, él siguió siendo la uña, pero yo me

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!