10.04.2021 Views

EL VIENTO DE MIS VELAS--J J PICOS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

de Armengol iban tan rápido que aquella

jarana tan buena se acabaría en un santiamén.

Así que mandó venir a un contingente de la

Milicia Urbana que, lejos de imponer el orden,

agarraba a los espectadores para que los

granaderos se emplearan con más saña.

Para remate, Setaro, que tomó las de

Villadiego apenas empezó la algarada,

reapareció por un escotillón —Prometeo

redivivo— empuñando un candil. Junto a él, un

tramoyista venía cargado con bengalas de

artificio. Setaro —de Prometeo a Zeus

tonante— les fue aplicando chispa y las echaba

contra el patio, sin pararse a pensar que su

teatro estaba hecho de la misma piedra que

un galeón, pero con menos agua alrededor.

Así que la reyerta mudó a correpiés y un

militar, el más borracho de todos, se convirtió

en una tea con patas al clavársele un bólido en

la barretina. La gente escapaba del granadero

ardiente como huyen los catalanes de los toros

de fuego. Lástima no haber estado allí, porque

tuvo que ser una parranda.

En medio de la batahola se oyó de súbito un

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!