10.04.2021 Views

EL VIENTO DE MIS VELAS--J J PICOS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—me dio por pensar. Y entonces me

sobresalté, pensando que el piano sonaba sin

que nadie tocara sus teclas. Entre aquellas

cuatro paredes, la voz de Janeczka fue una

sinfonía.

—Don Gaspar, le pido mil perdones de nuevo y

le doy la bienvenida —se oyó decir a la dueña

de la casa, futura de mi corazón—. Agustín se

aprovecha de la débil condición de mi género

y, por encima de todo, de que su padre está

ausente. Me he permitido ordenar una colación

que nos dé fuerzas para atravesar los áridos

paisajes del estudio. Y que, definitivamente,

nos ayude a digerir el mal trago de la otra

mañana.

—No se debe preocupar su merced. Y tendrá

que excusarme a mí por una entrada que no

puedo tildar más que de colérica —se disculpó

mi patrón.

—Bobadas, mi querido maestro. Y llámeme

Juana si le parece menos complicado...

El castellano de Janeczka era más académico

que el mío; sólo se le podía criticar un levísimo

deje. Ahí me di cuenta de que la idea de su

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!