10.04.2021 Views

EL VIENTO DE MIS VELAS--J J PICOS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

desteñido que, sin embargo, lucía con mucho

donaire. Era su fámulo, al que, por allanar,

llamaban Mustafá. Fue grumete en un jabeque

turco, de esos que aún asuelan las costas

católicas desde Sicilia a Finisterre, a pesar de

haberles dado la del pulpo en Lepanto.

Naufragó con los suyos en la ría de Ares. A los

supervivientes los ahorcaron tras muchas

perrerías; tanto fue así que colgaron pingajos

y no hombres vivos. Mustafá se salvó por ser

un niño, pero nadie lo libró de la cárcel. Para

preservarlo de los daños que su nación y

pubertad pudieran traerle en el saladero de la

Ciudad Alta, don Antonio lo amparó bajo su

ala. Apoyado en su hombro —confieso que me

celé—, mi padre me condujo hasta lo que él

llamaba su gabinete. Al encontrarse en la

planta alta, que era la misma del alcaide y las

mujeres, tenía luz de sobra y buena

ventilación.

—Así que, hijo mío, me ha salido usted

bebedor tempranero...

—Hago lo que puedo —le solté.

—Pues sepa usted que Baco, Venus y tabaco

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!