10.04.2021 Views

EL VIENTO DE MIS VELAS--J J PICOS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

vuelven al hombre flaco...

Y habiéndome sentenciado, mi padre mandó al

morabito que dejase la empanada en el

aparador, tapada con un lienzo sin agujeros,

para que no le entrasen ni volátiles ni

reptantes. La otra botella de moscatel fue a

parar bajo la cama. Cumplidas dichas

formalidades, don Tonecho se acercó a una

cocina de hierro colado en la que se oía hervir

una pota de agua; al lado vi una paila que

tomaba calor. Tiró en la sartén un puñado de

bayas negras, como cagarrutas de cabra. Aún

no sabía yo cómo estaban de relacionadas las

unas con las otras.

—Le tengo reservado un brebaje amargo que

lo depurará, hijo.

—¿No me ha castigado ya bastante? —y me

sobé las mejillas.

—No es un castigo, botarate. Pero es verdad

que, si no ha probado nunca esta cocción, le

va a saber como el desprecio de una mujer

deseable; ese que deja amargura en la boca,

desazón en el alma y ansia en las ingles.

—¡Pues menuda gracia!

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!