10.04.2021 Views

EL VIENTO DE MIS VELAS--J J PICOS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Me encogí de hombros. Ni lo sabía, ni me

importaba. Cuando un perdiguero cobra una

pieza, no le pregunta si es perdiz o codorniz. Y

si mi maestro no veía mi gesto de fastidio, es

que estaba más cegato de lo que ya era.

Negué con la cabeza y resoplé. El siguió.

—Progreso, palabra pantanosa. Al nacer, tan

limpia como un venero; y al correr de boca en

boca, tan infestada de miasmas como una

ciénaga —se lo decía a sí, más que a mí.

—Entonces, maestro, ¿ya la había oído usted?

Los hombros se me desplomaron: me habría

podido rascar las rodillas como se las rascan

los monos humanoides de Borneo. «¡Adiós al

almendrado!», concluí.

—Acércate, Yago —me invitó el viejo—. Deja

que te enseñe unas cuartillas que he impreso

en lo que va de mañana. Te interesará, es una

copia de...

-¡Bah, no me fastidie! Y búsquese

una imprenta de verdad —para ser tan joven,

yo era bien desabrido entonces.

Aquellos desplantes me remordían la

conciencia al poco de escupirlos; mi patrón no

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!