07.05.2013 Views

Edición Digital - Fundación Luis Chiozza

Edición Digital - Fundación Luis Chiozza

Edición Digital - Fundación Luis Chiozza

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

OBRAS COMPLETAS TOMO III 115<br />

empuja hacia la muerte, como el “elogio” del láudano deshace el shock de<br />

la injuria narcisista en el dolor traumático.<br />

El “dolor de corazón” es un “recuerdo”, palabra que etimológicamente<br />

signifi ca “volver al corazón” (Corominas, 1961). La enfermedad suele<br />

conformarse como una “rémora circulatoria” de los contenidos “viscerales”,<br />

que no llegan a constituirse en recuerdo mientras un mayor afl ujo<br />

sanguíneo “revitalizador” no facilite su reabsorción.<br />

El signifi cado de la acción de la morfi na sobre el dolor cardíaco se enriquece,<br />

por lo tanto, si tenemos en cuenta lo que escribimos en un trabajo<br />

anterior: “En los fenómenos tóxicos consecuentes a la reabsorción de los<br />

productos contenidos en las partes corporales afectadas por una rémora<br />

circulatoria, podríamos ver incluso un adecuado modelo de aquellos fenómenos<br />

secundarios desagradables que aparecen a veces en el curso de un<br />

tratamiento psicoanalítico con el nombre de reacción terapéutica negativa<br />

y letargo. Y lo mismo podríamos usar este modelo en relación con el dolor<br />

implícito en el proceso de ‘sobrecargar los recuerdos’” (<strong>Chiozza</strong> y colab.,<br />

1966e, apdo. “La reactivación del recuerdo”).<br />

El dolor, el recuerdo, el olvido y el llorar tienen una amplia y entrañable<br />

afi nidad con la morfi na. En el canto IV de la Odisea relata Homero que<br />

“Helena, hija de Zeus... vertió en el vino que estaban bebiendo un bálsamo<br />

(nephentes) contra el llanto y la cólera que hacía olvidar todos los males;<br />

quien lo tomare... no logrará que en todo el día le surja una lágrima en las<br />

mejillas aunque con sus propios ojos vea morir a su padre y a su madre o<br />

degollar con el bronce a su hermano o a su mismo hijo” (citado por Krantz<br />

y Carr, 1956). Este bálsamo era el opio.<br />

Pero si la morfi na evita las lágrimas, su acción sobre el dolor y el<br />

sufrimiento aparece como el producto de una supresión perjudicial al proceso<br />

del duelo, mediante el cual se restablece la salud. En “Una idea de la<br />

lágrima” (<strong>Chiozza</strong> y colab., 1970p [1968]) decíamos: “Vemos ahora que<br />

cualquiera de los líquidos fl uyentes del organismo, aun siendo de naturaleza<br />

tan primaria como un catarro, un exudado o un trasudado, puede a su<br />

vez representar al llanto, puede quedar erotizado con esa libido lagrimal<br />

cuya especifi cidad no podemos describir todavía. Si quisiéramos utilizar<br />

un modelo propio de Freud, diríamos que la libido lagrimal toma un camino<br />

regresivo hacia el núcleo común ‘exudativo’, que la vincula con cualquier<br />

otra secreción del organismo”.<br />

En el síndrome de abstinencia no sólo encontramos lagrimeo; también<br />

se describe rinorrea y sobre todo sudoración. Cesio 27 nos mencionó un<br />

27 Comunicación personal.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!