Edición Digital - Fundación Luis Chiozza
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OBRAS COMPLETAS TOMO III 161<br />
fuente somática de los impulsos inconcientes que determinan cuáles serán<br />
los símbolos elegidos.<br />
La segunda es si la estructura o el proceso corporal, que constituye una<br />
confi guración “artifi cialmente” abstraída del contexto por el observador,<br />
puede ser considerada una fantasía, es decir si pueden atribuírsele las cualidades<br />
de lo psíquico. Señalemos a este respecto solamente que cuando<br />
decimos que toda confi guración dinámica que evoluciona en un campo es<br />
al mismo tiempo una fantasía, no es nuestra intención confundir los distintos<br />
niveles o las distintas cualidades de la evolución de la fantasía, del<br />
sueño o del mito.<br />
No se trata de confundir el “proyecto” de eucalipto que se encuentra<br />
contenido en algún lugar y en algún tiempo de la semilla, con las múltiples<br />
combinaciones del gambito de dama presentes en algún lugar y tiempo de<br />
un ajedrecista. Se trata de comprender que hay algún tipo de invariante,<br />
que hay algo que nos conduce a pensar que ambas “ideas” se hallan presentes<br />
de un modo semejante, constituyen un procedimiento análogo, o,<br />
por lo menos, que si recorremos en sentido regresivo la escala de la evolución<br />
ontogenética o fi logenética, es imposible decir: aquí, en este punto, se<br />
acaba la fantasía; o decir que la fantasía conserva toda la complejidad que<br />
se observa en los seres más evolucionados hasta llegar a un límite en que<br />
desaparece bruscamente.<br />
Las dos cuestiones planteadas contienen una problemática fundamental:<br />
se trate de la cuestión en términos de fantasía inconciente, de<br />
idea, de psique, de interioridad o de impulsos, queda implícita la idea de<br />
un sujeto que ejercita la actividad, y ya que esta actividad puede ser “leída”,<br />
queda implícita también la capacidad de este sujeto de manifestarse<br />
a través de una “escritura”.<br />
Se trata de la existencia de un sujeto signifi cante inconciente cuyo<br />
lenguaje utiliza como medios tanto a la palabra o el gesto como al síntoma,<br />
el trastorno, la forma, la función o el desarrollo. Si me viera forzado<br />
a defi nir la totalidad del psicoanálisis con una sola frase, elegiría la que<br />
acabo de expresar.<br />
Afi rmar la existencia de un sujeto signifi cante inconciente implica<br />
haber tomado conciencia de la existencia de alguien que inconcientemente<br />
se comunica, que “habla”, “dibuja” o “imprime” un lenguaje, que<br />
transfi ere formas ideales y las encarna, las materializa en sí mismo, en el<br />
mundo o en el otro.<br />
Implica simultáneamente alguien que escucha, que se afecta, o que interpreta<br />
un mensaje, alguien que contratransfi ere. Este fenómeno involucra<br />
tanto la comunicación “extrasistémica” de la vergüenza a través del rubor