Edición Digital - Fundación Luis Chiozza
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OBRAS COMPLETAS TOMO III 61<br />
no es. Partiendo de los diferentes campos en los cuales se manifi esta, la llamamos<br />
arracional, alógica, acategórica, asistemática, aperspectiva, acausal,<br />
aespacial, atemporal, subrayando con esto el hecho de que no es lo contrario<br />
de lo anterior, como sería lo irracional frente a lo racional, sino algo que<br />
trasciende el concepto de racionalidad, y para expresar lo cual utilizamos el<br />
alfa privativa en palabras tales como arracionalidad o atemporalidad.<br />
La contribución del psicoanálisis a la nueva visión<br />
La contribución de Freud a esta nueva visión del mundo ha sido amplia<br />
y fundamental. En primer lugar, su desarrollo de las observaciones de<br />
Charcot, según las cuales un trastorno que se manifi esta como una alteración<br />
corporal (la histeria) puede ser no sólo suprimido sino también provocado<br />
mediante un medio “psicológico”, la sugestión. A través de la obra de<br />
Freud, lo psicológico y lo corporal no sólo quedan indisolublemente unidos<br />
en una nueva concepción de la medicina que llegó a su máxima culminación<br />
teórica en algunos continuadores como Weizsaecker (1946-1947,<br />
1951a), sino que ambos, mente y cuerpo, cambian de signifi cado, adquieren<br />
una nueva dimensión y un nuevo sentido. Lo psicológico se aproxima<br />
así a lo que en la biología de nuestra época ha sido llamado “interioridad”<br />
(Portmann, 1954). A partir del concepto de psicogénesis y su posterior<br />
evolución se deshace el pensamiento causal en medicina, reemplazado en<br />
primer término por la idea de la pluricausalidad del síntoma, y luego por la<br />
noción de que los diversos métodos de investigación surgidos de diferentes<br />
campos del conocimiento permiten descubrir condiciones necesarias<br />
pero no sufi cientes para el desarrollo de la enfermedad, condiciones que no<br />
pueden ser consideradas como la causa, o una causa, del proceso mórbido<br />
(Barilari, 1952; Mitscherlich, 1954).<br />
Profundizando en los conceptos de Freud señalados y desde un enfoque<br />
acorde con la nueva visión del mundo, podemos pensar que, considerado<br />
como una “función” de la interioridad, el conjunto de todo aquello que llamamos<br />
cuerpo (involucrando forma, función, desarrollo y trastorno) es una<br />
fantasía, en su mayor parte inconciente, compuesta, o mejor aún estructurada,<br />
por numerosas apariencias “parciales” o fantasías específi cas “elementales”<br />
que sólo pueden ser separadas artifi cialmente del todo. Así como la<br />
fantasía constituye una realidad material y corporal específi ca, la realidad<br />
material (sea “biológica” o “física”) constituye una fantasía específi ca 12 .<br />
12 Una de las maneras de comprender la disociación psicosomática es pensar que